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Funcinema

Matar a Santa

Título original: Fatman
Origen: Inglaterra / Canadá / EE.UU.
Dirección: Eshom Nelms, Ian Nelms
Guión: Eshom Nelms, Ian Nelms
Intérpretes: Mel Gibson, Walton Goggins, Marianne Jean-Baptiste, Chance Hurstfield, Shaun Benson, Paulino Nunes, Deborah Grover, Michelle Lang, Michael Dickson
Fotografía: Johnny Derango
Montaje: Traton Lee
Música: Traton Lee
Duración: 100 minutos
Año: 2020


8 puntos


DARK FANTASY COMEDY PAPÁ NOEL

Por Franco Denápole

(@fdenapole)

Matar a Santa es una película que conjuga tonos y giros narrativos de géneros que a priori suenan algo dispares: hay mucho de las películas de los hermanos Coen, con sus asesinatos en campos nevados tomados un poco para la risa; también hay bastante de un sugbénero de películas de crímenes y suspenso al estilo de la interesante y algo engañosa Venganza; finalmente hay un componente de “dark fantasy” o fantasía negra pero también tomada para el humor, que recuerda a películas como Horns. La película de los hermanos Nelms se vale de estas convenciones y verosímiles para contar la historia de un Papá Noel tosco, cuyo taller de juguetes es ahora una empresa que se encuentra en dificultades financieras sostenido por los duendecillos que ahora son operarios que necesitan un salario para vivir.

La reescritura que Matar a Santa lleva adelante tanto de la leyenda tradicional de Papá Noel como de su iconografía clásica se acerca por momentos a la parodia, pero en lugar de optar por un Papá Noel antihéroe o un Papá Noel inmoral, el encarnado por Mel Gibson es un hombre duro pero sensible, algo fatigado por las dificultades de su vida, pero con un entorno que lo sostiene y lo ayuda a recuperar el amor por su trabajo. El arco de “Chris”, como llaman aquí al Viejito Pascuero, es entonces el de reafirmar su deseo de llenar de alegría y bondad la casa de los niños del mundo, pero al mismo tiempo cediendo ante una realidad simbólicamente instalada por el apremio de las necesidades económicas. Aquí es donde la fantasía se trastoca y genera situaciones humorísticas.

Sin embargo, la película posee dos protagonistas. El segundo es un niño al que Chris ha defraudado, devenido un hitman al estilo de Lorne Malvo, el maravilloso personaje al que Billy Bob Thornton da vida en la serie Fargo. Aunque el “Skinny Man” de Walton Goggins, como se lo llama en los créditos de la película, no se acerca al encanto de aquel, sí es capaz de dar a la película una dosis necesaria de visceralidad e intimidación. Junto con Gibson dan vitalidad y sostienen dos de las tres subtramas de la película, las cuales se cruzan en un tercer acto intenso y divertido, no sin una cuota de dramatismo o suspenso pero que nunca renuncia a la actitud lúdica que caracteriza a este tipo de largometrajes.

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