Título original: Artemis Fowl
Origen: EE.UU.
Dirección: Kenneth Branagh
Guión: Conor McPherson, Hamish McColl, sobre el libro de Eoin Colfer
Intérpretes: Ferdia Shaw, Lara McDonnell, Josh Gad, Tamara Smart, Nonso Anozie, Judi Dench, Nikesh Patel, Adrian Scarborough, Colin Farrell, Joshua McGuire, Michael Abubakar, Taylor James, Jake Davies
Fotografía: Haris Zambarloukos
Montaje: Matthew Tucker
Música: Patrick Doyle
Duración: 96 minutos
Año: 2020
3 puntos
EL POCO MÁGICO MUNDO DE DISNEY
Por Mex Faliero
Hay un chiste de Los Simpson (que seguramente hoy sería censurado por los amables amigos de la corrección política) en el que Homero le dice a Apu, mientras mira la estatua de Ganesha que tiene en el mini-súper, si había llegado tarde al reparto de dioses. Bueno, eso mismo pensé mientras miraba Artemis Fowl: pobre Kenneth Branagh, llegó tarde al reparto de sagas literarias adolescentes. La nueva película de Disney es una de las más confusas e inexplicables de esta serie de producciones nacidas a la luz del éxito de Harry Potter.
Artemis Fowl está basada en la obra de Eoin Colfer, autor que tuvo que esperar dos décadas para ver finalmente su producto en la gran pantalla. Pero hay toda una serie de datos ajenos al cine dando vueltas: la película se vino postergando durante años, hasta que finalmente Disney confirmó su estreno para este 2020. Pandemia y cuarentena por medio, la película volvía a verse relegada, hasta que se tomó una decisión: estrenarla directamente por el servicio de streaming de Disney. Vistos los resultados, la decisión no pudo ser más oportuna, ya que hubiera sido uno de los fracasos más resonantes de la compañía. Artemis Fowl aprovecha el folklore irlandés para imaginar un mundo subterráneo de hadas y demás criaturas fantásticas, al cual el padre del protagonista accede y mantiene en secreto como una suerte de herencia que se traspasa de generación en generación. Pero su desaparición pone al pequeño Artemis no solo en la búsqueda del progenitor, sino también en el camino de descubrir todo ese universo que se la había negado hasta entonces. En la base de la historia hay todo un juego con cierto espíritu anti-heroico de los personajes, mezclado además con elementos de la heist movies. Elementos que aparecen sin un peso específico y más como la posibilidad nunca alcanzada de lograr cierta profundidad o -al menos- pertenencia cinematográfica.
Particularmente Branagh nunca me pareció un gran narrador, pero hay que reconocerle que siempre supo cómo contar sus películas o hacia dónde se dirigen. Incluso, sabe cómo incorporar sus obsesiones o temas recurrentes, aun cuando su película no le pertenezca del todo: por ejemplo, en Thor sumó lo shakesperiano al cine Marvel sin mayores sobresaltos. Con el tiempo también se convirtió en un artesano al servicio de la industria, de esos que son sumamente necesarios. Pero con este material sencillamente se vio superado: el uso de los efectos especiales es ridículo y la inclusión de momentos de humor resulta forzada, especialmente cierta presencia pop canchera a través de la música. Su Artemis Fowl es infantil en el peor de los sentidos, una película que nunca sabe cómo hablarle al público al que va dirigida. En la película pasan cosas, pero nunca nos importan, ni siquiera las posibles muertes de algunos personajes relevantes para la trama. Esa falta de empatía es la principal condena de un film que nunca es claro y que acumula pedazos de otras películas como una suerte de amuleto contra el fracaso. Pero nada pasa, nada se siente, todo es artificial y la aparición de algunos intérpretes, como Judi Dench, es decididamente ridícula aunque, se agradece, supuestamente lo hagan sin tenerle miedo al ridículo. Lo único bueno es que apenas pasa los 90 minutos, algo poco habitual en este tipo de producciones.