Título original: Idem
Origen: Inglaterra
Dirección: Autumn de Wilde
Guión: Eleanor Catton, sobre la novela de Jane Austen
Intérpretes: Anya Taylor-Joy, Johnny Flynn, Bill Nighy, Miranda Hart, Mia Goth, Josh O’Connor, Callum Turner, Rupert Graves, Gemma Whelan, Amber Anderson, Tanya Reynolds, Chloe Pirrie
Fotografía: Christopher Blauvelt
Montaje: Nick Emerson
Música: Isobel Waller-Bridge, David Schweitzer
Duración: 124 minutos
Año: 2020
8 puntos
VIVIR SU VIDA
Por Mex Faliero
En tiempos donde la agenda impone temas desde la solemnidad y el gesto desafiante, y donde el grito parece ser la única forma de manifestar ideas, esta versión de Emma., dirigida por la debutante Autumn de Wilde, resulta casi una provocación. Una feliz provocación. El texto de Jane Austen se presta para un relato en el que el cine qualité encuentra no solo una forma de mostrarse actual, sino también una forma de superar sus propias limitaciones: la historia de la simpática y superficial Emma Woodhouse, y su pasión por construir la vida sentimental de los que la rodean mientras la suya se desmorona, se impone con un espíritu juguetón desde el minuto uno, lo cual la vuelve realmente irresistible. Hay que ver la forma casi musical con que la cámara se mueve por esos palacios, y con ella los protagonistas (los duelos verbales entre Anya Taylor-Joy y Bill Nighy son maravillosos), para descubrir el encanto de una película que parece anclada en un tiempo propio, lejos del mundanal ruido del cine actual.
Llamábamos debutante a Autumn de Wilde porque este es su primer largometraje, aunque en verdad se trata de una experimentada artista de 49 años. Reconocida fotógrafa y realizadora de videoclips, muchos de ellos para el cantante Beck, su acercamiento al universo de Austen es cuando menos sorprendente. Y es una gran noticia para este tipo de producciones de época que atraviesan una suerte de crisis identitaria: la necesidad por actualizar sus códigos las vuelven un poco irrelevantes o falsas, incluso para películas donde el artificio es evidente. Algunas recientes como La favorita o Las dos reinas buscan imponerse en debates actuales a partir del subrayado, olvidando que los propios materiales permiten la sugerencia y los juegos temporales sobre cuestiones sociales o políticas. A De Wilde no parece preocuparle eso, o no lo convierte necesariamente en un gesto y su película termina siendo igualmente femenina y moderna. Si uno podía desconfiar un poco del sentido pictórico de la directora y su recurrencia al perifollo de la ambientación, el vestuario y los peinados, es cierto que todo eso está pero sin nunca olvidar a sus personajes ni la historia que los abraza. Emma. tal vez contenga los personajes más carismáticos vistos en una película en mucho tiempo.
Al igual que la reciente Mujercitas de Greta Gerwig, esta Emma. se aleja de la ecuación que parece atravesar al cine de época en el presente: o se cae en un clasicismo conservador o se aplican algunos gestos postmodernos para volverse cínico. Aquí nada de eso pasa, la película es decididamente romántica y no siente culpas por ello; incluso tiene un elenco de jóvenes estrellas sin experiencia en el género que se lucen, especialmente Anya Taylor-Joy y Mia Goth. Detrás del arrollador aspecto visual y del ritmo de comedia de enredos que la directora maneja como si hubiera aprendido durante la era de oro de la screwball comedy, la película ofrece sus apuntes sobre las condenas sociales y sus clases en lucha, sobre los prejuicios, sobre sus personajes que no terminan de definirse si no es a partir de la mirada del otro (siempre se trató de una historia sobre cómo se construye un chisme), sobre el poder de la belleza y la vanidad, y sobre la búsqueda de la justicia. Pero Emma. resume su mirada en ese punto final que sigue al nombre del personaje y cierra el título, algo que denuncia tanto su origen literario como la definición de un personaje que recién hacia los últimos minutos deja de ser ella por los demás y se anima a vivir su propia vida. Emma.