No estás en la home
Funcinema

La otra Missy

Título original: The wrong Missy
Origen: EE.UU. 
Dirección: Tyler Spindel
Guión: Chris Pappas, Kevin Barnett
Intérpretes: David Spade, Lauren Lapkus, Nick Swardson, Geoff Pierson, Jackie Sandler, Molly Sims, Sarah Chalke, Chris Witaske, Rob Schneider, John Farley, Jorge Garcia, Joe Anoa´i, Jonathan Loughran, Jared Sandler, Chris Titone, Candace Smith
Fotografía: Theo van de Sande
Montaje: Brian M. Robinson
Música: Mateo Messina
Duración: 90 minutos
Año: 2020


6 puntos


LA MEDIA NARANJA INESPERADA

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

Si David Spade tuvo un momento en los noventa donde insinuó que tenía el talento para convertirse en una de las grandes estrellas de la comedia norteamericana, terminó relegado a ser esencialmente un compinche de Adam Sandler, cumpliendo mayormente roles de reparto. Sus protagónicos han sido escasos y ahora le toca con La otra Missy, producción original de Netflix donde el actor implementa relecturas -o actualizaciones-del Sandler de Locos de ira y el Ben Stiller de Mi novia Polly o La mujer de mis pesadillas: la del tipo introvertido e incapaz de superar instancias de incomodidad al que circunstancias externas sacan de su lugar de confort, o que más bien le revelan que no ha tomado riesgos en su vida.

En universos cómicos como los de Sandler (que aquí oficia de productor) y Spade, esas circunstancias disruptivas suelen ser femeninas, y La otra Missy no es la excepción: acá tenemos a Tim (Spade), quien envía una invitación a la que parece ser la mujer de sus sueños para que lo acompañe a un retiro laboral, dándose cuenta demasiado tarde que invitó a la mujer equivocada, que encima resulta ser alguien con quien había tenido previamente una cita pesadillesca.  Allí es donde se establece una conexión adicional con Mi novia Polly, que era también una reimaginación de La adorable revoltosa, lo cual también dispara vínculos con la carrera previa de Spade. Si en aquella película el verdadero centro de atención terminaba siendo el personaje de Jennifer Aniston, aquí lo es el interpretado por Lauren Lapkus, que incluso relega a Spade a un segundo plano: su Missy es un ser arrollador, caótico, sin ninguna clase de filtro e incluso indestructible, al que le suceden toda clase accidentes para recuperarse casi inmediatamente y con energías renovadas.

No solo la puesta en escena del director Tyler Spindel le permite a Lapkus montar un show frenético, cargando con casi todo el peso cómico de la película. Es también el propio Spade el que permite que eso suceda, tomando incluso el papel de espectador o dejándose arrastrar por el torrente de eventos. Eso también avala que La otra Missy, a pesar de sus desniveles, vaya construyendo con habilidad -y algo de desparpajo- un verosímil donde lo romántico convive con la comicidad física, sexual y escatológica. Al fin y al cabo, el tema de fondo de la película es cómo hay una masculinidad algo achanchada que solo está esperando esa irrupción femenina que sacuda sus esquemas.

Si bien La otra Missy está lejos de ser una gran comedia, sirve para confirmar que la escudería de Sandler no depende de su líder y que varios de sus amigotes -además de Spade, también aparecen Nick Swardson y Rob Schneider haciendo de las suyas- tienen ideas propias: hay, por ejemplo, una secuencia donde el teatro de sombras se convierte en una oportunidad perfecta para desacralizar por completo lo artístico.  Y claro, también para revelarnos el talento de Lapkus, un meteorito cómico imparable e inagotable.

Comentarios

comentarios

Comments are closed.