No estás en la home
Funcinema

The Rhythm Section

Título original: Ídem
Origen: EE.UU. / Reino Unido / España
Dirección: Reed Morano
Guión: Mark Burnell, basado en su propia novela
Intérpretes: Blake Lively, Richard Brake, Matilda Ziegler, Raza Jaffrey, Daniel Mays, Ivana Basic, Geoff Bell, Hugh Scully, Jude Law, Nasser Memarzia, Sterling K. Brown, Max Casella
Fotografía: Sean Bobbitt
Montaje: Joan Sobel
Música: Steve Mazzaro
Duración: 109 minutos
Año: 2020


3 puntos


UNA ESPÍA DEMASIADO SOLEMNE

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

Hay quizás una sola secuencia en The Rhythm Section con una tensión real, palpable, que atrapa al espectador y la conecta con su protagonista: se trata de una persecución en auto donde la cámara la acompaña de manera constante, sin cortes y sin salir del vehículo, en un gesto técnico que contribuye de manera lograda a la narración. Lo demás es sumamente descartable: un relato aburrido, sin potencia y hasta confuso, con enormes problemas para diseñar su conflicto.

Lo de The Rhythm Section es un cuento de espionaje pero también de venganza: tenemos a Stephanie Patrick (una esforzada Blake Lively), una joven brillante que, sin embargo, tras la muerte de su familia en un accidente de avión, ha caído en la droga y la prostitución. Cuando se entera por un periodista que ese accidente fue en verdad un atentado terrorista, inicia un periplo que la lleva a ser reclutada y entrenada como espía, metiéndose en un entramado de conspiraciones bastante complicado. En su recorrido, se encuentra con un ex agente del MI6 (Jude Law en piloto automático), una especie de intermediario que se nota que oculta algo (Sterling K. Brown haciendo lo que puede) y una galería de personajes tan variopinta como esquemática.

Lo cierto es que el film de Reed Morano (conocida principalmente por su trabajo como directora en la sobrevalorada serie El cuento de la criada) tarda una enormidad en plantear adecuadamente su conflicto y, cuando lo logra, tarda otra enormidad en exponer el crecimiento personal de su protagonista. Pero quizás el gran problema de The Rhythm Section es su extrema solemnidad, la forma en que recarga el dramatismo para que entendamos los padecimientos de Stephanie, como si no confiara en la capacidad de entendimiento del espectador y quisiera darse aires de importancia injustificados. Eso puede verse en un montaje que pretende ser crudo pero solo termina siendo confuso y un uso de la banda sonora que aspira a ser sofisticado pero nunca sale de lo banal.

No deja de ser llamativo que The Rhythm Section sea un intento totalmente fallido de comienzo de una franquicia a pesar de contar como guionista con el autor de la serie literaria que sirve de inspiración. Pero quizás también tenga su lógica, porque en el ritmo narrativo se nota cierta incomprensión de la materialidad cinematográfica. El otro factor relevante es que la película está producida por EON Productions, compañía que también está detrás de James Bond, otro espía al que ha inundado de solemnidad. Pero si en la saga protagonizada actualmente por Daniel Craig sigue pesando el humor y hasta un tono juguetón en determinados pasajes, lo de The Rhythm Section es pura seriedad impostada. Su rotundo fracaso en la taquilla no deja de ser una buena noticia.

Comentarios

comentarios

Comments are closed.