No estás en la home
Funcinema

Come to daddy

Título original: Idem
Origen: Irlanda / EE.UU. / Canadá / Nueva Zelanda
Dirección: Ant Timpson
Guión: Toby Harvard, Ant Timpson
Intérpretes: Elijah Wood, Stephen McHattie, Garfield Wilson, Madeleine Sami, Martin Donovan, Michael Smiley, Simon Chin, Ona Grauer, Ryan Beil, Raresh DiMofte, Alla Rouba, Noam Zylberman, Gord Middleton, Oliver Wilson
Fotografía: Daniel Katz
Montaje: Dan Kircher
Música: Karl Steven
Duración: 96 minutos
Año: 2019


6 puntos


PAPITO MALO

Por Rosana López

(@rousisattack)

El popular niño actor que supo ser Elijah Wood, cuyos films rompían taquillas, parece haber quedado en el pasado pero su talento artístico intacto y eso puede presenciarse no sólo en su ojo crítico al fundar la productora en cine fantástico y de terror SpectreVision (responsable de la sosa Color out of space), sino también en la elección de papeles que explotan su extrañeza en films de un cine indie de género que va directo a festivales del estilo.

En este caso el seleccionado fue Come to daddy, un thriller de humor negro bastante original en su temática donde un hijo adulto que ha tenido problemas con el alcohol se reencuentra con su padre después del abandono abrupto de este último en su infancia, es decir hace 30 años. Es así como el joven llega a aquella morada tras recibir una extraña carta de su primogénito que lo invita a conocer su casa solitaria frente al mar. Pero su llegada y estadía parece no resultar con la amabilidad transmitida en el escrito. Por el contrario, comenzará una escalada siniestra de apatía y rechazo del anfitrión hacia un huésped que pese al desprecio quiere causar una buena impresión. Comienza así a entremezclarse el maltrato y la rivalidad contra la tolerancia del hijo invitado en un principio.

Come to daddy inicia con un panorama extraño y enredado -en el buen sentido-, que parece una situación normal de una película del género pero guarda muchos secretos conforme a como se desarrolla el film. Cuando el espectador da todo por sentado, las sorpresas comienzan a surgir y tomar un giro diferente. Aunque tardan en llegar y son un tanto traídas de los pelos. En este punto la película se torna drástica y con un ritmo demasiado acelerado, aunque no logra mantener la expectativa que había alcanzado antes. Lo vomita todo. Y esto es una lástima porque el factor sorpresa era interesante e insospechado.

Todo ese suspenso contenido y rico hasta el desarrollo comienza a tambalear cuando las vueltas de tuerca empiezan a sucederse. Se precipita a la vez, de una forma forzosa, inconexa, y el ritmo tiene una frenética rienda suelta. Bajando como decíamos cualquier clima anteriormente logrado y así mismo su calidad narrativa.

A su favor decir que la propuesta es fresca al estilo surrealista y escatológico como Tusk (2014) con aquel youtuber ávido de historias extrañas o Swiss army man (2016), con el cadáver putrefacto de Daniel Radcliffe en una isla desierta. Come to daddy entretiene, se burla del espectador como de su protagonista y tiene unos actores secundarios que están del tomate -como el legendario Stephen McHattie de la serie Star Trek-, lo cual se agradece mucho. Y Wood en el papel de un refinado productor musical es hiperfuncional a la naturalidad tan extravagante y kitsch del director neozelandés debutante Ant Timpson, productor en la antología de terror El ABC de la muerte o la inclasificable The greasy strangler, que tuvo su paso hace pocos años por el Festival Internacional de Mar del Plata.

Come to daddy se queda tristemente a medio camino y lo tenía todo para ganar, pero a veces los apuros juegan malas pasadas.

Comentarios

comentarios

Comments are closed.