Muy Buena
UNA MUJER DESGARRADA
Por Rodrigo Seijas
En las obras de Macarena Trigo (como dramaturga y/o directora) siempre hay una dosis importante de autoconsciencia en los textos y las puestas en escena. En mayor o menor medida, Rhonda, Planes de fuga todavía peores, Por eso las curitas y Esas cosas que se dicen y son tan extrañas son creaciones que le hablan constantemente al espectador, no solo directamente rompiendo la cuarta pared sino incluso mediante monólogos interiores que en un punto funcionan como conversaciones con el público. No es una autoconsciencia cínica y canchera –aunque tenga niveles de distanciamiento e ironía-, sino una forma de contemplar y reconfigurar los conflictos y los personajes, de encontrar en la metatextualidad teatral otra forma de narrar.
Esta voluntad por deconstruir la teatralidad es clave para pensar Ser sin orillas / Ensayo sobre Ofelia, que es posiblemente la obra más explícita de la autora en lo que refiere a este tipo de operaciones narrativas. Si hubo un dramaturgo que se la pasó retorciendo las convenciones fue Shakespeare y por eso es lógico que Trigo tome a Ofelia, personaje de reparto pero aun así emblemático en Hamlet, para hacer su propia reinterpretación. O más bien reflexión interpretativa, porque es clave también el trabajo de Inda Lavalle en una encarnación que funciona primariamente como apropiación.
De ahí que la Ofelia que construye la obra no solo es un personaje teatral y/o literario. Es a la vez un vehículo corporal para pensar el arte interpretativo, el delineamiento de los discursos simbólicos y tradicionales, lo que trae consigo esa figura como encarnación de los dilemas de lo femenino, que busca hilvanar sus propios designios, superando los mandatos masculinos pero sin dejar de conservar un marco de lealtad hacia los afectos. Y es también una nueva vía para poner en crisis el concepto social de locura y cómo suele ser funcional para poner en un terreno marginal a quien dice esas verdades incómodas que no quieren escuchar, pero desde un ensamblaje plenamente corporal que prevalece sobre la literalidad del habla.
Ser sin orillas / Ensayo sobre Ofelia se pregunta constantemente sobre su propia construcción y no teme hacer uso del humor, aunque la segunda parte, cuando se zambulle totalmente en la representación del personaje, es un tour de force dramático por parte de Lavalle. Esa interrogación dominante sobre la puesta es el puente para cimentar lo identitario. Al fin y al cabo, la textualidad de Trigo, con su carga autoconsciente, está en pos de explicitar una búsqueda de identidad que nunca llega a ser completa, que siempre tiene componentes fragmentarios e inconclusos. En la misma senda, la Ofelia de Ser sin orillas es una mujer desgarrada interior y exteriormente, y desde ahí consolida la empatía con el público: ninguno de nosotros está completo, todos cargamos con nuestras propias cicatrices.
Actúa: Inda Lavalle Música: Leandro Kalén Fotografía: María Kusmuk Producción: Espacio 33 Gráfica: Dalmiro Zantleifer Texto y dirección: Macarena Trigo Sala: Espacio 33 (33 Orientales 1119, CABA) – Sábados a las 20:00.