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Sensaciones acerca de Leaving Neverland

Por Brian Macchi

(@macchibrian)

Lo primero para analizar después de ver Leaving Neverland es que desde el punto de vista formal, el documental es impecable. Una investigación minuciosa que aporta datos y busca brindar la mayor cantidad de certeza de lo que sucedió, sin quitar las diferentes responsabilidades de cada uno de los protagonistas de esta historia. Bien por HBO.

Ahora, desde el punto de vista personal, para mí -repito- para mí es imposible hacerme el boludo. Las atrocidades que cuentan estos adultos que Jackson les hizo cuando eran niños son difíciles de superar para un padre que tiene un hijo de la edad que tenían esos chicos cuando fueron abusados.

Además, Leaving Nerverland me expone a mí como fan del cantante. Crecí con su música desde chico y siempre lo admiré por lo que fue como artista. Y creí, como muchos, que las denuncias por abuso que le habían hecho eran sólo por dinero, inventos de padres que sólo pretendían la plata de Jackson.

El tiempo pasó y su muerte lo convirtió en ese mito viviente que siempre regresa para presentarnos su música, de la cual disfrutó el mundo por casi dos décadas. Y yo fui parte de ese tributo cotidiano de escuchar alguna canción, tratar de imitar algún pasito y alegrarte por un rato.

Pero creo que después de ver Leaving Nerverland se me hace muy difícil volver a escucharlo. Hasta diría que me causaban asco las escenas simples y vistas hasta el hartazgo que ilustraban el documental. Eso denota que el humano mata al ídolo, o por lo menos para mí.

Tal vez le pasó a muchos, quizás fue a mí solo, pero la revolución interna que generó ver este material fue algo muy intenso, porque me expone como persona al ver que el tipo del cual te pasabas horas escuchando su música, gritando sus canciones al límite de molestar a los vecinos, del cual lloraste su muerte, sea un pedófilo. Sea un ser que pudo hacerle las peores bajezas a un niño de la edad de tu hijo. Es muy fuerte de digerir.

Si estás leyendo esto, te diría que hagas todo lo posible por ver Leaving Nerverland, que saques tu propia conclusión de lo sucedido y decidas a quién creerle.

Yo, Brian Macchi, siempre le creo a la víctima.

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