Buena
RE-TORCIDAS
Por Virginia Ceratto
(especial para @funcinemamdq)
Ofrecer una obra con tanta mina que ha dejado su impronta en la escena nacional, romper no la cuarta pared sino las otras tres y brindar comida, mezclarse con el público e incluso acceder a la foto sin perder la trama ni el personaje, no es fácil. Así Muscari revive algo, no todo, de su inicio en el under, con Mujeres de carne podrida que nuestra ciudad recordará en la antológica Nave del Auditorium, pero esta vez en tono popular y obviamente comercial.
Con “mostras” de la tevé y el teatro, como Edda Díaz, la Bustamante, Zulma Faiad y todo el elenco, y por mencionar… una Katja Aleman que hace tiempo no veíamos, Juanita Repeto que repite su empatía de Ocho mujeres, y una Vélez que se dará el lujo de crecer entre grandes, estas once mujeres, más quienes completan el servicio “de la casa”, pisan todo el territorio componiendo un equilibrio coreográfico que nunca permite que la escena pierda el balance.
Y cada una tiene su momento, como la Alberó, que en ciertos pases… asusta. O Mazer que causa ternura, si hasta dan ganas de darle un abrazo para que no sufra más, o un corchazo, en clave de la obra.
Con el pretexto, que no llega a ser conflicto, de una herencia por la que se comerán los ojos, la performance transcurre bajo la evocación de una Eva particular, que tomará distintos rostros a lo largo de la puesta. Encima, evocación hecha por féminas que son el colmo de lo caché en sus composiciones, cafón cafón diría alguno, y un cafón que es a propósito. Como parodia de una clase buscada a la que no se pertenece, y hablo de clase en términos no sólo socio-económicos sino culturales. Y he aquí algo para señalar: meterse con Eva Duarte y mostrarla desde el espejo deformante de mujeres que dicen amarla y llevar su legado pero que son un enjambre de bichas. Tal vez Muscari quiera devolver también esa imagen de algunas mujeres que seguramente hay. Para pensarlo.
Para pensar también la figura de ese juez supuestamente presente en el convite, como pater que puede otorgar o negar y a la que todas han rendido tributo.
Absolutamente irreverente, José María Muscari propone un divertimento que no pone el dedo en la llaga como en aquella fabulosa Catch (a la que el pacato público marplatense le dio la espalda y no obstante obtuvo, con un jurado de lujo, una nominación al Estrella, io ricordo…) y, pruebas al canto, ya es un éxito de cartel.
Insisto, muchos se sentirán incómodos, y seguramente es la idea, con la evocación a Eva, aunque comprendemos que muchas llevan la símil banderita con diamantes y hacen la V sin tener la más puta idea. Y por ahí, es lo que el autor quiere decirnos. Pero la obra no es un tratado de un politólogo, es una puesta de verano. Y asegura diversión.
Libro y dirección: José María Muscari . Intérpretes: Cristina Alberó, Luisa Albinoni, Katja Aleman, Edda Bustamante, María Carámbula, Edda Díaz, Zulma Faiad, Emilia Mazer, Paula Morales, Juana Repetto y Barbie Vélez . Producción: José María Muscari, Roni Ísola y Paola Lutini . Sala: Teatro Provincial (Boulevard Marítimo 2544), de martes a domingos a las 21:00.