No estás en la home
Funcinema

Escuadrón Suicida – Deuda infernal

Título original: Idem
Origen: EE.UU.
Dirección: Sam Liu 
Guión: Alan Burnett
Voces: Christian Slater, Vanessa Williams, Billy Brown, Kristin Bauer van Straten, Gideon Emery, Liam McIntyre, Tara Strong, David Boat, C. Thomas Howell, Natalie Lander, Matthew Mercer, Julie Nathanson, Jim Pirri, Dania Ramirez, James Urbaniak
Casting: Wes Gleason 
Montaje: Greg Emerson 
Música: Robert J. Kral 
Duración: 86 minutos
Año: 2018


6 puntos


ADAPTACIÓN SIN RIESGOS

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

La división animada que conformaron Warner Bros. y DC, con su trabajo para nada sofisticado pero directo (y hasta crudo) en la animación, apunta hacia un público indudablemente fanático de los cómics originales. Eso por un lado los convierte en productos un tanto crípticos, pero por otro les otorga mayores libertades narrativas y estéticas. Escuadrón Suicida – Deuda infernal es un ejemplo acabado de esto, con su relato algo estirado y hasta emparentado con tonalidades televisivas, pero a la vez concreto en sus acciones.

El film de Sam Liu hace foco en otra de las misiones encubiertas de la Fuerza Especial X, integrada por toda una variedad de villanos forzados a trabajar para el gobierno para reducir sus sentencias. Allí están Deadshot (voz de Christian Slater), Bronze Tiger (Billy Brown), Killer Frost (Kristin Bauer van Straten), Capitán Boomerang (Liam McIntyre), Copperhead (Gideon Emery) y Harley Quinn (Tara Strong), esta vez en busca de un objeto místico que funciona como pasaporte al Cielo. La que quiere ese preciado tesoro es la despiadada supervisora Amanda Waller (Vanessa Williams) –a tal punto que monta la misión por fuera de los registros- pero también por un par de oponentes de gran calibre.

A Escuadrón Suicida – Deuda infernal no le cuesta demasiado marcar diferencias a su favor respecto a la reciente adaptación cinematográfica dirigida por David Ayer: le basta con hacer rápidamente las presentaciones de los personajes nuevos; delinear la trama en un par de pincelazos; darle un poco más de entidad a figuras como Deadshot; y construir villanos con motivaciones claras y simples. Así, a pesar de algunas lagunas narrativas (principalmente cuando intervienen elementos vinculados a la road-movie) o momentos de humor un tanto arbitrarios, la película avanza sin muchas dificultades y entrega un relato sólido, que no ahorra instancias de violencia repartidas con criterio.

Eso sí, Escuadrón Suicida – Deuda infernal nunca va más allá de lo aceptable, y por momentos se le nota demasiado que es una adaptación concisa y sin riesgos de materiales originados en diversas historietas. Es un ejemplo de cine complaciente, desprovisto de voz propia, sin aportes cinematográficos y carente de ambiciones más allá del entretenimiento doméstico. En un contexto donde el género de superhéroes (y también antihéroes) en constante reescritura y reformulación, es un film que no ofende, pero que también pasa totalmente desapercibido.

Comentarios

comentarios

Comments are closed.