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Recapitulación de The walking dead: Wrath (final de temporada)

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

ATENCIÓN: SPOILERS

El cierre de temporada de The walking dead fue casi anti-climático, incluso contrariando un poco el propio título del capítulo. En Wrath no hubo mucha ira ni violencia, no al menos en comparación con episodios recientes. La tensión y el nervio que transmitió la narración fue, de hecho, bastante tenue.

Por eso la gran batalla final que se esperaba entre la gente de Rick y los Salvadores no fue tal, y apenas quedó en una serie de trampas fallidas: primero por parte de Rick, que en realidad había caído en la emboscada planificada cuidadosamente por Negan, quien montó toda una serie de engaños para llevarlo al lugar indicado; y luego por parte del propio Negan, que cuando creía tener a Rick y su gente a su merced, terminó siendo víctima de una artimaña concebida escrupulosamente por Eugene, quien saboteó todas las balas que había fabricado para los Salvadores.

A su vez, la pelea definitiva entre Rick y Negan terminaron siendo meros chispazos, donde no importaron tanto los cuerpos en colisión, sino los barquinazos del guión: de ahí que Rick le haga a Negan una propuesta de paz engañosa, para terminar cortándole el cuello; para luego pedirle a Siddiq que lo salve, aún contra el pedido desesperado de Maggie, quien quiere ver al líder de los Salvadores muerto de una vez por todas. Pero lo que Rick (respaldado por Michonne) propone en cambio es una paz definitiva, con el resto de los Salvadores vivos y Negan encarcelado, funcionando como ejemplo del surgimiento del nuevo mundo con el que soñó Carl, que intentará retomar las reglas de la sociedad previa. Es decir, la vuelta de la civilización en detrimento de la barbarie que estuvo reinando en los últimos tiempos, lo cual incluye perdones varios, como el que Daryl le otorga a Dwight, dejándolo libre y con la chance de reencontrarse con su mujer.

El tono medio de Wrath quizás se sustentó, en parte, por la multitud de críticas que sufrió la serie respecto a la violencia desplegada, manipulaciones y golpes bajos varios en lo que fue la guerra con los Salvadores. Pero la principal razón fue la necesidad casi imperiosa de tender puentes rumbo a lo que viene, primeramente en la transición hacia la cuarta temporada del spinoff Fear the walking dead, que cuenta ahora con la incorporación del personaje de Morgan (luego de agotar su arco narrativo en este show); y también hacia una nueva etapa de The walking dead, que no estará exenta de tensiones. Ahí tenemos a Maggie ya tramando, junto a Jesus y Daryl, la aniquilación definitiva de Negan: para el trío, la paz es necesaria, pero el error de Rick y Michonne es pensar que el antiguo jefe de los Salvadores puede ser parte de ese trato, aún siendo prisionero. El enfrentamiento interno, se presume, será inevitable, lejos de la imagen idealizada y pacífica -donde se ve a Rick de la mano de un pequeño Carl- con la que termina el capítulo.

Con el final del enfrentamiento con los Salvadores, lo que se termina viendo en Wrath es, probablemente, lo que sucedió en Homeland con la partida del personaje de Brody: un reseteo estructural de la serie, con salidas de varios personajes y nuevos ejes de conflicto. Para la serie de espionaje esa reconfiguración funcionó, con The walking dead está por verse. Mientras tanto, Wrath es un episodio apenas correcto, casi sin épica, definitivamente transicional y por debajo de las expectativas.

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