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La señora Macbeth


Buena


CUANDO LOS MUERTOS ATORMENTAN EL SUEÑO

Por Mariana Jaqueline Ramirez

(@funcinemamdq)

La oscuridad y el luto obtienen un lugar primordial, una mujer se juega todo para obtener el poder, a tal punto, que las profecías no servirán para modificar el futuro, ni siquiera el sueño será un aliado. Esa es la esencia que a primera vista transmite La Señora Macbeth, obra de teatro escrita por Griselda Gámbaro (autora que provocó un quiebre en el teatro argentino con El desatino), basada en Macbeth (1606), una tragedia de William Shakespeare.

La señora en cuestión sabe que hay que matar para cumplir con sus objetivos y esas muertes son transportadas a nuestra realidad más reciente. De esta manera, se luce la perspicacia con la que procede el director Roberto Lachivita, quien pone su impronta dirigiéndose al espectador actual. Esta mujer sufre por amar tanto a Macbeth, un hombre que es representado en ambas piezas como un inmaduro y algo pollerudo. Sin lugar a dudas, es la señora (a quien da vida Romina Pintos, que hacia el final se lleva todos los aplausos) la que acciona. Ella es transgresora y un tanto andrógina, su atuendo es completamente negro de pie a cabeza, como si tuviera un cuerpo tallado en látex. Con el correr de la obra, la desesperación generada por sus decisiones se vislumbra en el movimiento constante de sus redondeados ojos.

En cuanto al vestuario es acertado, pero el osado look que visten a las brujas se opone drásticamente al de la señora Macbeth. Si bien siempre a las brujas de Macbeth se las representa sexys e impecables físicamente, aquí la desnudez de la piel resulta demasiado erótica, haciendo volar la imaginación por terrenos que no tienen vínculo con el mundo shakesperiano.

La puesta en escena, en su simpleza, remarca desde la oscuridad el dolor que se avecina. La señora se destacara en su ansia de poder sentada con una postura que le impide abandonar su postura firme en un módico sillón con ruedas. Por otra parte, la iluminación presenta un trabajo increíble de Claudio Del Bianco y Estefanía Piotrkowski: ambos convierten al escenario particular de Andamio ´90 en un espacio místico que potencia las actuaciones de todas las actrices. Incluso, destacan a la percusionista Laura Regueira, ubicada como en un altar en el fondo del espacio escénico es difuminada por la iluminación y el humo. Y aun cuando está en la oscuridad absoluta, ella por si sola hace sentir su calidad artística.


Autora: Griselda Gambaro Actúan: Laura Calderón, Camila Del Rio, Karina Iazurlo, Pablo Lambarri, Romi Pinto Percusión: Laura Regueira Maquillaje: Carola Cofiné Diseño de vestuario: Anastasia Meier Diseño de luces: Claudio Del Bianco, Estefanía Piotrkowski Fotografía: Gonzalo Cortés Diseño gráfico: Rosario Càceres Entrenamiento en clown: Rosina Fraschina Asistencia general: Grace Ulloa Coreografía: Viviana Villarroel Dirección: Roberto Nicolás Lachivita Sala: Teatro Andamio ´90 (Paraná 660, CABA) – Domingos a las 17:30. Hasta el 26 de noviembre.

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