Título original: Rough night
Origen: EE.UU
Dirección: Lucia Aniello
Guión: Lucia Aniello, Paul W. Downs
Intérpretes: Scarlett Johansson, Kate McKinnon, Zoë Kravitz, Ilana Glazer, Jillian Bell, Paul W. Downs, Ryan Cooper, Ty Burrell, Demi Moore, Dean Winters, Colton Haynes, Patrick Carlyle, Eric André, Bo Burnham, Hasan Minhaj, Karan Soni, Laura Grey, Mark Tallman
Fotografía: Sean Porter
Montaje: Craig Alpert
Música: Dominic Lewis
Duración: 101 minutos
Año: 2017
4 puntos
FORZADA ACUMULACIÓN
Por Rodrigo Seijas
Hasta ahora, ha sido un año flojo para la comedia estadounidense, y Hasta que el cuerpo aguante es una muestra del discreto panorama. La decepción aumenta si tenemos en cuenta los nombres involucrados en el elenco: Scarlett Johansson, Kate McKinnon, Zoë Kravitz, Ilana Glazer y Jillian Bell son todas actrices con antecedentes óptimos, que sin embargo están lejos de explotar sus respectivos potenciales.
La clave para que esto suceda puede ubicarse no solo en el guión sino también en la puesta en escena, porque lo cierto es que la premisa –casi una reescritura de Malos pensamientos, aquel film de 1998 con Christian Slater y Cameron Diaz- era relativamente prometedora: un grupo de amigas arman una despedida de soltera para una de ellas en Miami y, durante la fiesta, una de ellas mata accidentalmente a un stripper. Obviamente, la situación no es tan simple de resolver para ellas, por distintas razones –una se está postulando para un cargo público, otra está en el medio de una batalla legal con su ex marido por la custodia de su hijo, hay drogas involucradas, el stripper también era gigoló, etcétera, etcétera-, lo cual irá derivando en nuevos enredos, cada vez más complicados de resolver.
En Hasta que el cuerpo aguante se percibe esa voluntad por redoblar la apuesta permanentemente y quemar puentes cada cinco minutos, pero también que todo el ensamblaje narrativo es impostado, forzado incluso. No hay una verdadera fluidez en la trama, con lo que el film solo avanza en base a la acumulación de ideas sueltas, que no terminan de construir un todo sólido. Eso se traslada a la veta actoral: a todas las protagonistas se las ve luchando por hilvanar momentos graciosos, casi pisándose entre sí y consiguiendo aciertos a cuentagotas. Por ejemplo, McKinnon, con su forzada sátira australiana, luce extrañamente apagada y hasta desperdiciada. Hasta termina siendo más interesante la subtrama que se desarrolla alrededor del futuro esposo, interpretado por Paul W. Downs, un actor a tener en cuenta a futuro.
Aunque termina levantando hacia el final, cuando acomoda un poco mejor los conflictos que había planteado entre los personajes, hay demasiados desniveles en Hasta que el cuerpo aguante, una película que rápidamente se va deshilachando, aburriendo incluso en algunos tramos. La comedia no se trata solo de acumulación, algo que la directora y co-guionista Lucia Aniello nunca termina de comprender.
