No estás en la home
Funcinema

Alejandro Vagnenkos: “hoy la escuela carece de diálogo”

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

El jueves se estrena el documental Escuela trashumante, que sigue el proyecto de una institución escolar que acompaña el desplazamiento y las vicisitudes de una comunidad mapuche. En diálogo con FUNCINEMA, su director, Alejandro Vagnenkos, se explayó sobre la idea disparadora de la película, el trabajo de seguimiento de las acciones  y personajes, la influencia del dispositivo cinematográfico y los dilemas educativos en nuestro país, entre otras cuestiones.

-¿Cómo surge la idea para la película?

A partir de la lectura del libro de Guillermo Saccomanno Un maestro, que cuenta la historia de vida del Nano Balbo. En principio la idea era llevar el libro a la pantalla, pero luego de conocer la Escuela Trashumante que formaba parte de un capítulo del libro y de la historia personal del Nano Balbo, nos decidimos por focalizar en ella.

-¿Cómo fue el trabajo de seguimiento de las acciones de docentes y alumnos? ¿Se pensó mucho previamente o fue acomodándose a lo largo del rodaje?

Se pensó en la previa cómo queríamos mostrar lo que pasaba dentro y fuera de la escuela: el proyecto estaba pasando por un momento muy interesante en cuanto a cambios y conflictos (como tienen todas las escuelas), que nos parecían centrales en el desarrollo del guion previo antes de ir a rodar. Con esas premisas iniciamos el rodaje, después dejamos que el paso del tiempo (filmamos durante cuatro años, del 2012 al 2016) nos vaya sugiriendo cómo debíamos seguir. En cada uno de los viajes, cinco de rodaje y otros tantos de visitas, íbamos con una idea de rodaje flexible que preveía incorporación de lo espontáneo, de lo que sucedía en ese momento en la escuela.

-¿De qué modo crees que influyó la presencia de la cámara en lo que se estaba mostrando?

La cámara influye siempre, en algunos momentos más que en otros, aunque en algunas instancias fuimos casi “invisibles” gracias al vínculo que logramos con docentes y alumnos. Creo que el documental de algún modo registra ese encuentro entre los protagonistas, nosotros y la cámara.

-A lo largo de la película está siempre presente este análisis de los lazos entre conceptos importantes como comunidad, proceso, autoridad, aprendizaje. ¿Cómo se vinculan estas nociones en función de lo que se ve en pantalla?

Elegimos para vincular estos conceptos intentar registrar los momentos en donde los protagonistas desarrollan acciones que ponían en juego las relaciones entre la escuela y la comunidad. El documental intenta «colarse» en otras intimidades, en otros vaivenes, en otros trashumantes, y a los ciclos climáticos se le suman los ciclos laborales: directivos que se jubilan, que asumen, que se van, que regresan, como cerrando el círculo de una gran familia detenida en el tiempo. Y las reflexiones lúcidas del maestro Nano Balbo, recordando a Paulo Freire, sus primeras experiencias pedagógicas en la promesa de autoafirmación de los vencidos y condenados de estas tierras pudiendo decir con orgullo indígena “Éramos capaces y no lo sabíamos”.

Una gran directora de escuela, compañera de ruta, escribió estas ideas sobre la película que me gustaría compartir: “como en todo grupo humano, hay tensiones y discrepancias y la película no nos los escamotea. Desfilan las inquietudes de Alejandra por la falta de compromiso que se huele en los nuevos docentes, la defensa del derecho a huelga. Pero el tono nunca es disonante, o de recriminación airada, sino que se compagina con el carácter contenido, circunspecto de la gente de campo, del indígena en especial, del cual todos se contagian. También hay momentos de alegría, en los juegos de los niños, o el gozo al momento de las manualidades, o el placer atento al seguir la lectura en voz alta de un cuento, o el pedido de un padre iletrado para que la directora le escriba una carta a la gendarmería quejándose por un robo de caballos en la frontera chilena. Escuela para niños, pero también para padres que, aunque iletrados, saben contar sus penas y sus crudos relatos”.

-¿De qué manera creés que dialoga este proyecto con los dilemas que afronta la escuela en la actualidad?

Esto es precisamente de lo que creo que hoy carece la escuela, de diálogo. Y esta falta de diálogo, que no significa simplemente estar de acuerdo, es lo que vivimos en estos tiempos. Estos diálogos deberían ser propiciados dentro y fuera de la escuela por quienes legítimamente hoy ejercen y tienen la responsabilidad de llevar adelante un sistema educativo que parece no responder a las demandas de la sociedad hace ya un tiempo, y por el momento no veo que esto ocurra.

-¿Qué rol puede jugar este documental a la luz de las discusiones actuales referidas a la educación?

Solo esperar que las emociones que produce ver la película se puedan transformar en instancias de discusión y debate. Creo que la película se completa si podemos conversar y pensar con otros a partir de los distintos disparadores que propone Escuela trashumante, y si esos diálogos pueden ser escuchados y tenidos en cuenta por quienes tienen la responsabilidad de diseñar las políticas públicas en educación.

Comentarios

comentarios

Comments are closed.