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Metro

metro1Título original: Idem
Origen: Rusia
Dirección: Anton Megerdichev
Guión: Denis Kuryshev, Viktoriya Evseeva, Anton Megerdichev, sobre la novela de Dmitry Safonov
Intérpretes: Sergey Puskepalis, Anatoliy Belyy, Svetlana Khodchenkova, Anfisa Vistingauzen, Aleksey Bardukov, Katerina Shpitsa, Elena Panova, Stanislav Duzhnikov, Sergey Sosnovskiy, Yaroslav Zhalnin, Nikolay Ryabkov
Fotografía: Sergey Astakhov
Montaje: Darya Gladysheva
Música: Yuriy Poteenko
Duración: 133 minutos
Año: 2013


5 puntos


DEMASIADA AGUA

Por Rodrigo Seijas

(@fancinemamdq)

metro2Hace un rato largo que la Unión Soviética se terminó como experimento de mayor envergadura en contraposición al capitalismo liderado por los Estados Unidos; ahora ha vuelto a ser Rusia, y una Rusia plenamente capitalista, que ha ido desarrollando una industria cinematográfica propia, que en muchos aspectos busca interpelar al público de su nación con herramientas muy similares a las usadas por Hollywood. Por algo un realizador como Timur Bekmambetov (nacido en verdad en Kazajistán, pero nacionalizado ruso), que saltó a la fama con la mediocre Guardianes de la noche (y su continuación, Guardianes del día), emigró rápidamente a tierras hollywoodenses para hacer otras mediocridades como Se busca o Abraham Lincoln: cazador de vampiros.

Es cuando menos difícil saber si un film como Metro es un cabal representante del cine más masivo producido en Rusia, pero haciendo un poco de exploración y prestando atención a, por ejemplo, la información proveniente de los resultados de la taquilla, se puede intuir que se aproxima bastante. Y la verdad que, vistos los resultados, esa noticia no es muy buena que digamos: en el film hay un despliegue y presupuesto apropiado para la premisa que sostiene el relato (una inundación en el sistema de transporte subterráneo de Moscú desata el pánico y el caos entre los pasajeros); además de un elenco con nombres interesantes, como Svetlana Khodchenkova (vista en Wolverine: inmortal) y Sergey Puskepalis (Mar negro). También unas cuantas ideas interesantes desde la concepción visual del film, con un tratamiento sobre la violencia en los cuerpos que colocan a la puesta en escena en un lugar diferente a la mayoría de los exponentes del género catástrofe, sacudiendo al espectador a partir de la fisicidad demostrada en las acciones. Pero ahí se acaban los méritos, porque la historia tropieza fuertemente desde lo narrativo, a partir de un estiramiento de los distintos pasajes de la trama que conspira contra el impacto global del film.

Hay indudablemente una búsqueda en pos de construir una galería de personajes y los conflictos que los atraviesan, pero hay una focalización despareja entre cada uno de ellos y también mucha arbitrariedad: eso se ve principalmente en el triángulo amoroso que queda explicitado a partir del desastre, donde no sólo hay un regodeo en las peleas y enfrentamientos entre los dos machos de turno, sino también un arbitrario maltrato hacia la figura femenina. En Metro pasan demasiadas cosas y abundan las secuencias con varios segundos de más, que se van acumulando hasta resultar en un film que pasa holgadamente las dos horas, cuando podría durar apenas algo más de 90 minutos. Pero esa falta de síntesis ni siquiera es funcional a un diseño más profundo de los protagonistas que luchan por su supervivencia. En las películas de desastres y catástrofes es fundamental el grado de empatía con los acontecimientos y quienes los protagonizan, y en el film de Anton Megerdichev eso nunca termina de generarse. La única excepción posiblemente sea la subtrama de los dos jóvenes que se conocen durante el desastre y van estableciendo un vínculo amoroso de la mano de las acciones al límite de sus capacidades físicas.

De ahí que Metro sea un film con gran potencial pero que comete el error de enredarse demasiado en vez de ir directo al grano. Pasa de todo, corre un montón de agua por los túneles, pero eso no termina de importar de la manera esperada.

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