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Intensa-mente

insideout1Título original: Inside Out
Origen: EE.UU.
Dirección: Pete Docter, Ronaldo Del Carmen
Guión: Pete Docter, Ronaldo Del Carmen, Meg LeFauve, Josh Cooley
Voces originales: Amy Poehler, Phyllis Smith, Richard Kind, Bill Hader, Lewis Black, Mindy Kaling, Kaitlyn Dias, Diane Lane, Kyle MacLachlan, Paula Poundstone, Bobby Moynihan, Paula Pell, Dave Goelz
Diseño de producción: Ralph Eggleston
Montaje: Kevin Nolting
Música: Michael Giacchino
Duración: 94 minutos
Año: 2015


10 puntos


Emocionante

Por Rodrigo Seijas

(@fancinemamdq)

insideout21-Primero voy a hacerme cargo de lo siguiente: esta crítica la tendría que haber escrito Mex Faliero. Nadie escribe sobre los films de Pixar como él; basta leer sus críticas sobre, por ejemplo, Monsters University, Toy Story 3 y WALL-E, para darse cuenta de eso. Mex, cuando escribe sobre Pixar, lo hace posicionándose sobre ese enorme y complejo conjunto de valores llamado amistad. Es, desde la escritura, el mejor amigo posible para la gente del estudio, el que ellos promueven: ese que es honesto y leal de principio a fin, que te respalda a fondo, que te entiende y respeta, que te cuida y, cuando es necesario, elude por completo la hipocresía y te dice que estás haciendo las cosas mal, aunque deba hacerlo desde el dolor y/o la decepción (vean lo que escribe sobre Cars 2 y se darán cuenta de qué hablo). Pero bueno, he tenido la chance ver Intensa-mente antes que él, así que los lectores tendrán que conformarse con lo que escriba.

2-Si hay algo que ha distinguido a Pixar a lo largo de toda su historia es la voluntad permanente por arriesgarse, por nunca emprender el camino fácil, incluso aunque eso signifique cometer errores. La meta en ese riesgo pasa por encontrar originalidad, por hacer siempre algo distinto. Aún así, se puede intuir cierto hilo conductor, que pasa en buena medida por la forma en que se va desandando el tiempo en las distintas películas, evidenciando los cambios en los personajes. Remy, Woody y Buzz, Rayo McQueen, Sulley y Mike, cuando terminan sus aventuras, ya no son los mismos, y nunca podrán volver a ser los mismos porque esa abstracción llamada tiempo los ha condicionado para siempre. En Pixar, en verdad, el gran desafío, la misión principal, la aventura por excelencia, pasa por crecer, por descubrir y descubrirse.

3-Pete Docter, dentro del esquema de Pixar, es alguien que ha desarrollando una filmografía donde la edad tiene un peso decisivo. No es inocente que Boo sea tan pequeña, porque su ingenua risa pero también su miedo va definiendo su relación con Sulley y Mike en Monsters Inc., introduciendo una disrupción absoluta en un paradigma aparentemente sólido. Tampoco son inocentes las edades de Carl Fredricksen y Russell en Up, en un relato construido a partir del choque de perspectivas, de la reflexión sobre la pérdida, los recuerdos y lo que fue pero ya no es, aunque aparezca un presente que ayude a cicatrizar heridas y crear nuevas experiencias propias. Menos inocente aún es en Intensa-mente la edad de Riley, o más bien el momento que atraviesa, entrando en la adolescencia al mismo tiempo que la mudanza de su familia altera totalmente su rutina y mundo interior. Ese universo propio, íntimo de la joven, es habitado por sus emociones: Alegría, Tristeza, Asco, Miedo y Furia. Todos ellos cargan sobre sus espaldas con el mismo tiempo que compone la vida de Riley. Todos han crecido con ella. Todos deberán, en cierta forma, cambiar junto con ella, repensando sus mutuas relaciones.

4-No es casualidad la notable precisión e inventiva con que se va desplegando ante el espectador el universo de Intensa-mente: hay una consciencia cabal de todo ese entramado que es el cerebro, la complejidad de sus estructuras, pero simplificado a través de una serie de mecanismos y procedimientos que permiten acercar al público a algo tan propio como lejano. Aunque claro, esa simplificación no es precisamente simple, porque implica pensar y exponer los orígenes y construcciones de las emociones, sus motivaciones, las formas en que nos representan como personas. Probablemente, Intensa-mente sea la película más ambiciosa de Pixar desde lo formal y narrativo, por cómo va a fondo en su análisis de estructuras primarias y decisivas del ser humano, con una historia capaz de separarse hasta en tres tramas paralelas, pero que en verdad se entrecruzan permanentemente, exponiendo falsas dicotomías y hasta estableciendo incluso conexiones con el lenguaje cinematográfico.

5-Dentro de ese apasionante viaje a la mente que es, con la casi infinita lista de ideas que va volcando en cada plano, lo que va surgiendo en Intensa-mente es una profunda melancolía. Es que en el fondo, es una película sobre la memoria, y cómo la memoria es también una forma de olvido. El film de Docter no es ingenuo respecto a esto. Tampoco cínico y menos aún irresponsable. De hecho, es coherente hasta con crudeza, por la forma en que se hace cargo de lo que dejamos atrás cuando crecemos, de que el acto de crecer está imbuido de aprendizaje, que ese aprendizaje se da a través de pruebas y errores, y que esos errores acarrean mucho dolor, lo que no quita que ese dolor pueda resignificarse y adquirir nuevas identidades con el paso del tiempo. Revelar ciertos sucesos en la película sería un error (Intensa-mente está repleta de sorpresas, es una revelación permanente, y debe preservarse en su capacidad de maravillar), pero para que surja lo anteriormente dicho tiene que haber mucha empatía y cariño por los personajes, y acá lo encontramos en cada plano, en cada diálogo.

6-Desde el momento mismo de su estreno, Intensa-mente puede ubicarse a la misma altura y dialogar sin problemas con los grandes exponentes artísticos que han abordado la cuestión del tiempo y la memoria, desde Hiroshima mon amour hasta El tiempo recobrado. Es una película gigantesca, de una belleza que incluso duele. Merece ser pensada, analizada, discutida y, principalmente, disfrutada, de principio a fin, sin concesiones. No se la puede subestimar, porque ella no subestima. Está hecha con un amor y valentía envidiables.

7-Tengo casi tres décadas viendo cine. No es poco tiempo. No he visto todo, es cierto, pero he visto mucho. Pocas veces me sentí tan interpelado en lo que respecta a mi infancia y adolescencia como con Intensa-mente.

8-Podrán decir que exagero, pero lo digo con un total convencimiento: la filmografía de Pixar (lo que incluye a Intensa-mente, muy arriba en ese memorable escalafón) debería estar incluida en la Declaración de los Derechos del Niño. Que no me digan lo contrario: todo niño merece crecer viendo películas de Pixar, incluso hasta las fallidas como Cars 2, porque nos dicen que nadie es perfecto y que no está mal equivocarse.

9-¡Cuánto amor que hay en Pixar! ¿De dónde lo sacan? ¿Lo compran en algún lado? Esa gente no sólo es inteligente. La inteligencia, si no viene acompañada de amor, sólo se queda en la mera pedantería. Pero no, en Pixar hay una ética y una moral que imposibilita la soberbia. Intensa-mente es un nuevo ejemplo de esa humildad unida a la creación, de ese amor que parece infinito. Hubo que esperar casi dos años, pero esta vuelta del estudio no pudo ser mejor.

10-En la proyección de prensa estaban presentes Docter y el productor Jonas Rivera. Lo único que me salió, antes de retirarme, fue abrazarlos y darles las gracias. Otra forma no encontré, aunque luego, a medida que fueron pasando los días, se me ocurrieron tantas cosas que les hubiera querido decir o preguntar… Ahora, otra vez, entre lágrimas, vuelvo a lo mismo de ese día: sólo me sale decir gracias, aunque me quedaré con las ganas de estrecharme en un nuevo abrazo. Gracias Docter, gracias Rivera, gracias Pixar. Y un abrazo, a la distancia.

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