Título original: Behaving badly
Origen: EE.UU.
Dirección: Tim Garrick
Guión: Tim Garrick, Scott Russell, Ric Browde
Intérpretes: Nat Wolff, Selena Gomez, Mary-Louise Parker, Elisabeth Shue, Heather Graham, Cary Elwes, Ashley Rickards, Dylan McDermott, Liana Mendoza, Mindy Robinson, Jennifer Thompson, Danielle Burgio, Jason Lee
Fotografía: Mathew Rudenberg
Montaje: Matt Friedman
Música: David Newman
Duración: 97 minutos
Año: 2014
Compañía editora: SBP
5 puntos
Casi Supercool
Por Matías Gelpi
LA PELICULA
A Mala conducta le pasa lo que les pasa a todas las películas que se anuncian como la más zarpada del universo: no está del todo a la altura de las circunstancias, como el superclásico. Sin embargo, a diferencia del Boca-River / River-Boca, le vienen bien algunos momentos picantes y hasta hace reír.
Hablemos más seriamente pero mantengámonos claros y simples: el problema principal de la película de Tim Garrick es la propuesta mediante la cual pretende hacer comedia. En vez de activar los engranajes narrativos necesarios para ir construyendo las situaciones y dejar avanzar la trama intensificando los momentos cómicos y de locura, el director opta por acumular algunos disparadores y llenar la historia de arbitrariedades. Incluso, aunque muy levemente, Mala conducta intenta hablar del paso de la adolescencia a la adultez y, más específicamente de la importancia de hacerse responsable de las consecuencias de nuestros actos. El problema es que Rick Stevens (Nat Wolff) es realmente responsable de poco de lo que le sucede en el film; sí, hace estupideces, pero le suceden unas cuantas cosas que poco tienen que ver con sus decisiones.
EL ELENCO (como si fuera el suplemento de espectáculos de Clarín)
Nat Wolff:
Cuando vemos al protagonista de Mala conducta, por supuesto recordamos a su personaje ciego de Bajo la misma estrella, pero si buceamos un poco más profundo sabremos que estamos ante un actor que aspira a convertirse en el nuevo Jay Baruchel (Ni en sueños, Este es el fin). Tiene el talento, seguro, pero es incapaz (al menos hasta ahora) de tener la humildad de hundirse en el patetismo looser y la autoconciencia de la que es capaz el querido Jay.
Selena Gómez:
Puedo decir al menos tres películas donde se nota demasiado que Selena Gómez firmó un contrato “Disney”, es decir, con cláusulas que impiden que se la muestre como alguien de moral dudosa o una simple imbécil; siempre es una genia divina que ama a Dios. Le pasa en Spring breakers: viviendo al límite, en La huida y ahora en Mala conducta.
Elizabeth Shue, Heather Graham y Mary-Louis Parker:
El paso del tiempo es la herida sangrante de la especie humana, acá estamos ante tres actrices de más de 40 que participan en una película pícara con referencias sexuales para demostrar que aún están buenas, y obviamente no es necesario. La menos conocida de las tres es Mary-Louis Parker, búsquenla en películas como Red y Red 2. Con su actitud de “mi cerebro se está yendo de este mundo” va camino a convertirse en la Mirta Busnelli de EE.UU.
LO POLITICAMENTE INCORRECTO
Mala conducta es una película con vocación (Dios me perdone) transgresora, que pretende hacer chistes sobre temas más bien delicados, como el estupro. Sin embargo, confunde demasiadas veces ofender con hacer humor. Burlarse de algo delicado u ofensivo es gracioso un par de veces, luego si los chistes no se complejizan o de alguna manera cambian el eje simplemente nos estaremos burlando de algo sobre lo que no está bueno burlarse. Le pasa a Capusotto (cuyo cerebro parece haberse ido a volar con el de Mirta Busnelli y el de Mary-Louis Parker) cuando repite hasta el hartazgo los chistes racistas de Micky Vainilla, es decir, hay un momento donde ya no funciona porque el chiste y la burla es siempre la misma. Por supuesto que también hay chistes ofensivos buenos, pero en Mala conducta de esos hay pocos.