Por Javier Luzi
Entre el 7 y el 10 de mayo se desarrolló 4ª edición del Festival Internacional de Cine de Cosquín, organizado por la Municipalidad, la Secretaría de Turismo y Deporte y de Cultura y Educación de Cosquín y Cacique Argentina y con el apoyo, entre otros, del INCAA y la Secretaría de Cultura de la Nación.
El FICIC demostró claramente su consolidación e importancia en la vasta nómina de Festivales del país como vidriera imprescindible del cine que se produce nacionalmente y en este caso, también, del internacional. Una programación de calidad (hecho que ya venía sucediendo en las anteriores ediciones), que además este año incorporó a Roger Koza como Director de Programación, permite tal destaque.
El Festival cuenta con cuatro Competencias: Largometrajes de Ficción, Largometrajes Documentales, Cortometrajes y Cortos de Escuela. Además se pudo ver una retrospectiva con la obra completa -y casi desconocida en el país- del joven realizador filipino John Torres; un apartado titulado “El recorrido. Viaje al Pasado/Rusos en 35 mm”, con tres filmes aportados por Fernando Martín Peña y que se convirtieron en todo un éxito de público; y “El mini FICIC” (realizado en conjunto con la distribuidora Hasta 30 minutos) con cortos de y para niños.
La Apertura fue con Tres D (Rosendo Ruiz), exhibida en 35 mm -lo que ya se ha convertido en una grata costumbre del FICIC-, y que formó parte de otra actividad especial, “Cine Cordobés Contemporáneo” que también permitió estrenar en Córdoba El grillo (Matías Herrera Córdoba), El último verano (Leandro Naranjo) y La laguna(Gastón Bottaro y Luciano Juncos).
Pero no todo fue películas: también hubo mesas de charla sobre Fomento al audiovisual realizadas por representantes del INCAA, de debate sobre la industria y el cine cordobés que viene creciendo en producciones, y sobre publicaciones y editoriales mediterráneas referidas al séptimo arte.
Este año por primera vez se proyectaron el domingo los ganadores de cada Competencia y hubo películas que agregaron una función a pedido del público que no pudo acceder a la pasada correspondiente, lo que demostró la cinefilia coscoína y de los alrededores.
La premiación arrojó los siguientes resultados:
Los jurados de la Competencia Largometraje Ficción (Marcela Gamberini, Horacio Bernades y José Celestino Campusano) otorgaron dos menciones: Si estoy perdido, no es grave, de Santiago Loza, y El escarabajo de oro, de Alejo Moguillansky y Fia-Stina Sandlund. El ganador fue Mauro, de Hernán Rosselli.
En la Competencia Largometraje Documental los jurados (Teresa Arredondo, Fernando Martín Peña y Germán Scelso) dieron una mención a Costa da Morte, de Lois Patiño, y eligieron como ganadora a Escuela de sordos, de Ada Frontini.
Los jurados de la Competencia Cortometraje (Juliana Rodríguez, Guillermo Franco y Pablo Ratto) concedieron menciones a El palacio, de Nicolás Pereda, y a Montaña de sombra, de Lois Patiño. La triunfadora resultó ser La reina, de Manuel Abramovich.
En la Competencia de Cortos de Escuela los jurados (Hebe Estrabou, Mónica Lairana y Gabriel Lahaye) entregaron menciones a La fuga, de Ignacio Lavezzari, y a Almateur, de Emiliano Lavezzini. El premio mayor fue para Falcon, de Rafael Pérez Boero.
Movibeta y Hasta 30 minutos decidieron premiar como cortometraje destacado a ¡Bello, bello, bello!, de Pilar Alvarez.
El Festival se ha constituido en un evento de la agenda anual tanto para los realizadores como para la prensa especializada y el público ávido de ver cine, que cuenta además con el profesionalismo, el talento, la simpatía y la buena predisposición de todo un staff que desde la cabeza, -a cargo de Carla Briasco y Eduardo Leyrado-, hasta el último de los colaboradores ostentan con orgullo, bien fundamentado, la camiseta del FICIC.
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