La última jornada de competencia del 66to Festival de Cannes amaneció con las especulaciones acerca de probables ganadores del palmarés y las resonancias de La Venus a la fourrure, de Roman Polanski, y Only Lovers Left Alive, de Jim Jarmusch.
Jim Jarmusch cuenta esta vez una historia de vampiros, músicos, escritores y amantes que viven en lugares muy diferentes como París o Tanger, y que terminarán primero recalando en Detroit y finalmente cerrando el círculo en Tanger, en busca de algo que justifique su aburrimiento y la sangre fresca para sobrevivir.
Adam y Eva, interpretados por Tom Hiddleston y Tilda Swinton, son vampiros. El colecciona instrumentos de cuerda de todo tipo, incluso guitarras eléctricas así como amplificadores a válvula y de los nuevos, ella ama la literatura, igual que su maestro interpretado por John Hurt, y todos beben sangre, comprada en hospitales.
Eva tiene una hermana menor algo procaz, encarnada por Mia Wasikowska, que es la que finalmente los mete en un lío a todos y bueno, el resto se irá quedando sin la provisión necesaria de fluido hasta tener que, finalmente, volver a los mordiscones.
La cámara de Jarmusch es maravillosa, al igual que el guión, con algunos diálogos memorables, y como ya es su costumbre, la banda de sonido también es protagonista, con temas de Wanda Jackson, Kasbah Rockers, Denise LaSalle y Bill Laswell, entre otros.
Roman Polanski encara por tercera vez una adaptación teatral en su vigésimo largometraje, que a su vez es la adaptación de David Ives de una antigua obra de Leopold von Sacher-Masoch. Anteriormente había llevado al cine Macbeth, de Shakespeare y Un dios salvaje, de Yasmine Reza.
Polanski regresa a los tiempos de El inquilino, con esos climas que sabe manejar muy bien, con sólo dos actores, en este caso una actriz que aspira a lograr un papel en la versión libre de La venus de las pieles, de un teatrista parisiense.
Las actuaciones de Mathieu Amalric y Emmanuelle Seigner, son memorables y crecen con el transcurso del film. Dicho rápido: se comen la película. Lo mismo ocurre con la fotografía de Pawel Edelman y con la música, de Alexandre Desplat, que completan un todo para sacarse el sombrero.
-UNA CIERTA MIRADA. El director iraní Mohammad Rasoulof ha sido galardonado con el premio Una cierta mirada por Manuscripts Don’t Burn, un drama rodado en la clandestinidad, ya que el realizador tiene prohibido hacer cine en su país. Rasoulof, de 40 años, fue condenado hace tres años a seis años de cárcel y 20 sin hacer cine. Tras apelar, su condena de prisión fue rebajada a un año. Esta sección ha premiado como mejor película a L’Image manquante del cineasta francocamboyano Rithy Panh, sobre el horror del genocidio de Camboya. Por su parte, los guatemaltecos Karen Martínez y Brandon López, de 17 años, y el mexicano Rodolfo Domínguez, de 16, protagonistas de la película hispanomexicana La jaula de oro, han ganado el premio de interpretación,
-FIPRESCI. La Vie d’Adèle, del tunecino Abdellatif Kechiche, ganó hoy en Cannes el premio FIPRESCI que concede la Federación Internacional de Críticos de Cine, por la «humanidad» de una historia que narra la relación entre dos mujeres y que es una de las favoritas a la Palma de Oro del festival. El film de Kechiche fue el elegido por la FIPRESCI -el primero de los premios que se dan en el marco del Festival de Cannes- dentro de la sección de la competición oficial del certamen. El FIPRESCI también lo recibieron el cineasta iraní Mohammad Rasoulof por Manuscripts don’t burn, presentado en la sección Una cierta mirada y a Blue Ruin, del estadounidense Jeremy Saulnier, que participa en la Quincena de Realizadores. Por otro lado, Le passé, del iraní Asghar Farhadi recibió el premio Ecuménico de Cannes por ser una película «densa, profunda y atractiva» sobre la complejidad de las relaciones en la vida de una familia recompuesta. Un galardón que otorgó además dos menciones especiales a Tel père, tel fils, del japonés Hirokazu Kore-Eda, por plantear de forma «sencilla y sutil un dilema humano, si los lazos de sangre son más importantes que el amor» en la relación entre padres e hijos. Y a Miele, ópera prima de la italiana Valeria Golino, un film de la sección Una cierta mirada que ha merecido esta mención por ofrecer una «mirada compleja y sin prejuicios sobre el tema de la eutanasia».
(Fuentes: Telam; Yahoo)