Otoño post-punk en La Feliz
Por Julieta Paladino
Noche de domingo en Mar del Plata, una brisa otoñal en el aire, las calles vacías como si fuera un pueblo. Pero en Rondó hay gente y música, las imágenes de una película desfilan en la pantalla del bar, lo vemos a Bowie, dos escenas de seducción y sexo se van alternando, a un mono en una jaula y a Peter Murphy cantando detrás de un tejido. La película es El ansia, musicaliza Melaisa Gore, con sus sets electrónicos selectos creando el ambiente apropiado para esta noche post-punk.
La primera banda no tarda en comenzar: se trata de Dos de corazones, un dúo de chica y chico, que tocan respectivamente bajo, guitarra acústica y cantan. El sonido es folk, bien natural, algunas canciones suenan a praderas, en algún momento un metalofón agrega otros matices y está presente todo el tiempo una batería creada por caja de ritmos. Las letras son nostálgicas, nos hablan de un naufragio en altamar y algunas frases resuenan en el aire: “si las palabras se las lleva el viento, si el llanto se funde en el mar”, “soy la esperanza perdida, un nuevo fracaso de Dios”.
Después de esta deliciosa entrada, es el momento de la banda principal, cuyo nombre es el mismo de las imágenes que una y otra vez se reiteran en el fondo del escenario. Se trata del grupo El ansia, liderado por Gastón Ferrer en letras, voces y recitados, lo acompañan el Chino en la batería, Martin en teclados, Fernando el Pink en guitarra y Lionel Thomas en bajo y voz.
La fuerza de la banda contrasta con las letras y los climas, que son aún más oscuros que los del grupo anterior. El mar sigue presente: es un mar de odio, es invernal, se trata de una realidad helada.
Cerca de la mitad del show, el violín de Feff, artista invitado, viene a agregar un tono aún más nostálgico a las canciones. Algunos temas más como Angeles de ciudad y el show llega a su fin. Gastón agradece nuestra presencia un domingo (sabemos lo difícil que es en esta ciudad reunir gente un domingo de otoño) y se despide deseándonos canciones, poesía y amor.