Por Mex Faliero
Comienza el 26° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Ya han pasado demasiadas ediciones desde la vuelta en la década de 1990, como para repetirnos en las metáforas y los lugares comunes con el fin de describir la sensación del cinéfilo ante el evento. Entonces, vayamos al grano: esta edición 2011 no se diferencia mucho de las últimas en cuanto a las expectativas moderadas que genera -el amesetamiento viene desde 2007, más o menos- y uno sabe que se enfrentará a un muestrario de películas ya probadas en otros festivales durante el año, por lo que vuelve a haber poco riesgo y un nivel parejo. Sin embargo hay algunos gestos y giros que entusiasman, y un involucramiento organizativo por parte de la ciudad que hace prever tiempos mejores.
En lo principal, el cine: habrá alrededor de 300 películas, entre largos y cortos, con 600 proyecciones. Ya hemos informado sobre los precios de las entradas, las salas que se utilizarán y las diferentes secciones. Si no saben algún dato, pueden consultar el sitio oficial www.mardelplatafilmfest.com que está bastante completo. Las proyecciones arrancan durante el mediodía, pero la ceremonia de apertura será bien entrada la tarde con las palabras oficiales de rigor y la proyección del documental ruso ¡Vivan las antípodas!, que también está en la competencia internacional: se promete para la ceremonia en la Sala Piazzolla la presencia de autoridades nacionales, provinciales, actores y directores que llegarán horas antes en el tren talgo.
La organización anunció que desde este domingo y hasta el 13 del corriente, habrá proyecciones en los barrios y se montarán escenarios céntricos donde habrá recitales y proyecciones de cine al aire libre. Con estas actividades, el Festival gana espacios fuera de las salas y retoma aquellas buenas costumbres con las que se lograba atraer más público: está claro que en las últimas ediciones hubo un descenso en ese sentido, y el objetivo es enderezar el barco.
¿Pero cuáles son algunos de los gestos que nos interesan? Por empezar, que este año es el primero en muchos donde habrá bastante gente de la ciudad trabajando en la producción. No es por chauvinismo ni provincianismo, pero este pareciera ser en realidad el Festival de Cine de Buenos Aires que se realiza en Mar del Plata. Con la producción local y la creación de un consorcio que trabajará controlando la organización, la ciudad da un primer paso en dirección a tener mayor presencia. No es un dato menor el hecho de que el Ente Municipal de Turismo esté involucrado en ese consorcio, demostrando que para la gestión comunal actual la cultura sigue siendo un negocio antes que un hecho artístico. Esta situación es la que hace que las expectativas por un espacio genuino ganado hacia los locales se desvanezcan. Igual, es un primer paso.
Otro de los gestos que nos resultan atractivos, tiene que ver con la programación. Más allá de los nombres importantes habituales, desde los Lars Von Trier a los Arturo Ripstein, de los Jafar Panahi a los Bruno Dumont, el Festival le ha abierto este año la puerta a muchas propuestas nacionales de género: la inclusión de Diablo, Malditos sean!, Penumbra, hasta la particular El campo o lo último del singular Tetsuo Lumiere habla a las claras que el lugar ganado el año pasado en la competencia oficial por el fantástico de Fase 7 no se quedó en promesas: habrá buen cine de género y de horror nacional en Mar del Plata.
Y si usted anda buscando recomendaciones, a continuación van algunas. Por más que sean una obviedad, recomendemos, a partir de las crónicas festivaleras que hemos podido consultar a lo largo del año, algunas películas con nombres importantes tras las cámaras: Crazy Horse de Frederick Wiseman es un atractivo recorrido por un cabaret parisino y una mejora luego de la interesante pero menor Boxing gym; Faust de Alexander Sokurov y una aproximación a la obra de Goethe en el marco de su tetralogía sobre el poder; la polaca Agnieszka Holland logra con In darkness un intenso retrato sobre los tiempos del nazismo; el siempre digno de ver Johnnie To consigue con Life Without Principle una aguda cinta de acción en el mundo capitalista; mientras que La Folie Almayer trae una Chantal Akerman adaptando a Joseph Conrad; y This Is Not a Film es una rareza de Jafar Panahi, film con el que se despide del cine hasta tanto no se cumpla la condena impuesta por la justicia de su país.
Por el lado del cine argentino, hay dos películas premiadas en el exterior como Las acacias, de Pablo Giorgelli, y Abrir puertas y ventanas, de Milagros Mumenthaler, que estará en la competencia internacional. Y si bien la directora Paula Markovitch es argentina, el film El premio es una producción mexicana que habla de los difíciles años de la dictadura en la Argentina. Tema similar, aunque desde otro punto de vista, es el que aborda Verdades verdaderas, de Nicolás Gil Lavedra y sobre la líder de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. La lista de propuestas nacionales interesantes cierra con La máquina que hace estrellas, film animado digitalmente y en 3D por Esteban Echeverría.
Otros dos films a tener en cuenta dentro de géneros más prosaicos serán la particular Bellower, de Evan Glodell, y el documental Films of Fury: The Kung Fu Movie, que a juzgar por la inclusión de imágenes de Jackie Chan, Michelle Yeoh, Bruce Lee, Stephen Chow, Chuck Norris y muchos otros promete ser una celebración descomunal de la patada cinematográfica. Decir que una conocida del Festival como Miranda July estará presentando su particular drama The future, y dos que vienen con promesas de obras maestras son Girimunho de Helvécio Marins Jr. y Clarissa Campolina, y L’Apollonide – Souvenirs de la maison close, de Bertrand Bonello, sobre uno de los más renombrados burdeles franceses del siglo XIX.
Por último, en este repaso veloz por parte de la programación, decir que a la vez que se verá el clásico independiente de culto Slacker, de Richard Linklater, también se verá Slacker 2011, en el que los mejores realizadores de Austin crean su propia mirada sobre el film en un aniversario de su estreno. A este espíritu indie le podemos sumar las irregulares pero atractivas Terri, de Azazel Jacobs, y Súper, de James Gunn, gran guionista y además integrante del jurado de la competencia internacional.
Claro que tenemos las retrospectivas y los homenajes (Berlanga aparece como el más atractivo), las visitas de Willem Dafoe, Alex Cox y Joe Dante para ponerle un poco de color, y toda la cháchara que rodea un festival de estas dimensiones. Por lo pronto, y desde lo personal, hay un poco de fiaca de cara a lo que viene y alguna ligera expectativa. De todos modos el festival no arranca hasta que a uno no le dan la credencial en la sala de prensa. Por ahí andaremos en breve, esperemos que todo ande por los carriles normales. Luego, será tiempo de sumergirse en las salas. En FANCINEMA podrán enterarse de todos los detalles diariamente.