Con el estreno mundial de la esperada película Transformers: el lado oscuro de la Luna, la superproducción dirigida por Michael Bay, despegó ayer la 33ª edición del Festival Internacional de Cine de Moscú.
«Moscú es un mercado emergente importante», afirmó el realizador al explicar en una rueda de prensa previa a la exhibición del filme la decisión de los estudios Paramount de elegir la capital rusa para la presentación mundial de la tercera entrega de la gran saga inspirada en unos juguetes muy populares en la década de los 80.
Bay admitió que la segunda película de la serie «no es lo mejor» que ha hecho en su vida profesional, pero se mostró orgulloso de que, incluso así, el filme recaudara más de 800 millones de dólares (563 millones de euros).
«En la tercera película tratamos de darlo todo. Me gusta mucho. Es de verdad muy entretenida», dijo el director, que hasta ahora se había mostrado reacio al uso de las tecnologías 3D.
Indicó que desde hace tiempo James Cameron y Steven Spielberg venían sugiriéndole que lo intentara en 3D y admitió: «finalmente me ha gustado mucho».
Rosie Huntington-Whiteley, la modelo británica que ocupó el lugar de Megan Fox en la nueva entrega de Transformers, aseguró ante la prensa reunida en un lujoso hotel de Moscú que se considera una persona «increíblemente afortunada».
«Es mi primera película y me encuentro rodeada de los mejores profesionales de Hollywood», agregó.
John Malkovich es otro de los rostros nuevos en la saga sobre la guerra entre dos clanes de robots con intelecto y capacidad de transformarse en vehículos.
«Es un filme de acción trepidante y una enorme cantidad de fantasía. No he hecho muchas películas de éstas (de ciencia ficción). Pero no es porque haya sido mi opción», dijo el veterano actor, que recibió el premio del Festival de Moscú por su aportación a la cinematografía mundial.
El presidente del Festival, el oscarizado realizador ruso Nikita Mijalkov, anunció la concesión del premio al inaugurar el certamen.
«Es un actor fantástico, de cine y teatro», dijo Mijalkov, quien minutos antes había recibido a los invitados y participantes en el Festival de Moscú al término de la alfombra verde extendida al pie de las escalinatas del céntrico cine moscovita Pushkin.
Emocionado, Malkovich agradeció la distinción y recordó que su primer papel fue de extra en una película en la que también participó Geraldine Chaplin, que hoy preside el jurado del Festival de Moscú.
Para el estreno mundial de El lado oscuro de la Luna llegó a la capital rusa el grupo de rock estadounidense Linkin Park, que ofreció además un concierto en la cuesta de San Basilio, a un costado del Kremlin, donde interpretó, entre otras canciones, Iridescent, el tema final de Transformers 3.
Por segunda vez en menos de dos meses la capital rusa se convierte en escenario del lanzamiento mundial de una superproducción: el 11 de mayo pasado Penélope Cruz y Johnny Depp presentaron la cuarta entrega de Piratas del Caribe.
Según el director de programación del Festival Internacional de Cine de Moscú, Kiril Razlógov, la presencia de grandes estrellas del cine mundial confiere gran peso al certamen, que «ha crecido hasta la altura de proyectos de Hollywood».
Un total de 17 películas, entre ellos la española Las olas, de Alberto Morais, y la mexicana La otra familia, de Gustavo Loza, compiten por los San Jorge de oro y plata, los premios que concede el Festival, cuya ceremonia de clausura tendrá lugar el 2 de julio.
(Fuente: EFE)