Por Mex Faliero
Con una opera prima nacional -sin dudas, una forma de mostrar credenciales-, arranca hoy la 13ª edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI), que este año exhibirá más de 400 películas entre largos y cortometrajes. Orgullosamente inabarcable, con una treintena de secciones y múltiples actividades, las autoridades del BAFICI han querido redoblar la apuesta este año y demostrar que el festival es un gigante apabullante. Lo que resta saber es si se profundizará la meseta del año pasado o se logrará encontrar nuevos horizontes para el cine independiente.
La opera prima nacional es Vaquero, de Juan Minujín, un film que viene precedido de buenos comentarios, y que es una pintura bastante personal por parte del también actor, sobre lo que pasa del otro lado de la pantalla y de los escenarios. La película se presentará desde las 20:00 en el Teatro 25 de Mayo, en lo que será la ceremonia de apertura del festival. Todo se extenderá hasta el 17 de abril: para entonces se verá Nader and Simin, a separation, ganadora del Oso de Oro en el último Berlín.
Decíamos de las mesetas. El año pasado, los colegas con más rodaje en este festival hablaban de la falta de sorpresas reales en las competencias, ahí donde se observa el real avance o retroceso de un certamen de estas características. Y esto quedaba más en evidencia en la pobre exhibición de cine nacional, con pocas películas realmente válidas, originales y novedosas, como se presupone debe ser un BAFICI. De todos modos la gente parece responder: la venta de entradas anticipadas anduvo muy bien, con un 20 % más que el año pasado para el mismo período.
En total habrá para esta edición 22 salas en 11 sedes (Alianza Francesa, Atlas Santa Fe, Hoyts Abasto, Malba Cine, Sala Leopoldo Lugones, Teatro 25 de Mayo, Arteplex Belgrano y Cine Cosmos-UBA), a lo que habrá que sumar las funciones al aire libre. Como es habitual, habrá competencias: la Internacional, la Nacional y la de Cortos. Los nombres de Takashi Miike, Cristi Puiu, Werner Herzog, Sion Sono, Kelly Reichardt, Patricio Guzmán, Lee Chang-dong, Mathieu Amalric, Apitchaong Weerasethakul dan cuenta de un festival que intenta abrir las puertas a todos los públicos y no recluirse en la exclusividad de la independencia extrema. Incluso, este año habrá proyecciones en 3D, lo que siempre es un gran atractivo.
Como ocurre en cada BAFICI, el cine nacional tiene una fuerte presencia. Este año, habrá dos películas argentinas en la Competencia Internacional: Yatasto, opera prima de Hermes Paralluelo; y El estudiante, primer filme en solitario de Santiago Mitre, quien había debutado junto a otros dos directores con El amor, primera parte.
Habrá que poner atención en la Competencia a lo nuevo de Mercedes Alvarez, Mercado de futuros; a la sorpresa que pueda representar Attenberg, de Athina Rachel Tsangari; la guatemalteca Las marimbas del infierno, de Julio Hernández Cordón; o a las uruguayas Norberto apenas tarde, de Daniel Hendler; y La vida útil, de Federico Veiroj. Serán jurados en esta competencia el canadiense Gary Burns, el sueco Henrik Hellstrom, la norteamericana Rose Kuo, el argentino Santiago Loza, y el español Luis Miñarro.
Por su parte la Competencia Argentina estará compuesta por once filmes, donde sobresale la obra del marplatense Mauro Andrizzi, En el futuro, con buena recepción en Venecia. También estarán Enero, de Cinthia Grabenja y Marcelo Scoccia; Hoy no tuve miedo, de Iván Fund; La carrera del animal, de Nicolás Grosso, La pileta, de Matías Bringeri; y Las piedras, de Román Cárdenas.
También habrá que sumar Amateur, de Néstor Frenkel; Novias-Madrinas-15 años, de Diego y Pablo Levy; Ostende, de Laura Citarella; Sipo hi-El lugar del manduré, de Sebastián Lingiardi, y Un mundo misterioso, de Rodrigo Moreno. Los jurados aquí serán el chileno Bruno Bettati, la dinamarquesa Tine Fischer, el norteamericano Dennis Lim, el rumano Andrei Ujica, y la colombiana Catalina Villar.
También serán competitivas las secciones de Cortometrajes y de Cine del futuro. Y entre las secciones más interesantes tenemos el Primer Foco Latinoamericano de Súper 8 milímetros, una serie de proyecciones especiales en 35 milímetros (El gatopardo, The bowler and the bunnet, Wara wara, Metrópolis) y entre las diversas retrospectivas, destacar las de Jacques Doillon, Kiju Yoshida y Patricio Guzmán.
Si tenemos en cuenta que el año pasado con la apertura destinada al film Secuestro y muerte, comenzó la polémica y se fueron tiñendo las conclusiones sobre el desarrollo total del BAFICI, habrá que esperar por esta noche para escuchar las primeras definiciones: y ya habrá apurados comentarios sobre el fracaso o el éxito del encuentro. Así de pasional suele ser un festival.