El Festival de Cine de Berlín, que comienza el jueves presidido por la actriz italiana Isabella Rossellini, apuesta este año por la creatividad y la innovación, con cine de arte y ensayo en 3D, el debut de Ralph Fiennes como director, una buena participación argentina y una mirada al último film de Madonna.
Los pasillos del festival se estremecen ya con una posible aparición de la pop star. Avances de su nueva película, W.E, serán presentados en el Mercado Europeo del Film, donde se negocian los derechos mundiales de las películas.
Este año concursan 16 películas por el Oso de Oro, entre ellas dos latinoamericanos, El premio, de la argentino-mexicana Paula Marcovitch, y Un mundo misterioso, del argentino Rodrigo Moreno. La recompensa suprema será entregada el 19 de febrero.
Aunque esta no será la única presencia nacional, ya que también se verán en Forum: Ocio, de Juan Villegas y Alejandro Lingenti; y Ausente, segundo largometraje de Marco Berger; en Panorama Special irá Medianeras, de Gustavo Taretto; mientras que en Cine Culinario se verá el documental El camino del vino, de Nicolás Carreras. A esto hay que sumar a Lucía Puenzo con Wakolda y Martín Desalvo con El día trajo la oscuridad que serán parte del Co-Production Market.
«Una de las tendencias este año es abrir la puerta a realizadores más jóvenes y también a un mayor número de cineastas mujeres», declaró el director del festival Dieter Kosslick. «Hemos querido también descubrir nuevas formas de cine con la proyección de películas en 3D», añadió.
El Festival comienza el jueves en la noche con la proyección fuera de concurso del western de los hermanos Joel y Ethan Coen Temple de acero, una nueva versión de un gran clásico de Henry Hathaway (1969).
Temple de acero ha sido nominado a diez Oscar, entre ellos el de mejor película, mejor realizador y mejor actor para Jeff Bridges, quien interpreta el papel del sherif tuerto que hacía John Wayne, al lado de Matt Damon.
Con la proyección de Margin call, del estadounidense J.C. Chandor, comenzará el viernes el concurso oficial.
Tras el éxito de grandes películas hollywoodenses en 3D, de Avatar a Toy story 3, los autores europeos se lanzan en relieve con los últimos films del alemán Wim Wenders sobre su compatriota, la bailarina y coreógrafa Pina Bausch, Pina, un documental de Werner Herzog, Cave of forgotten dreams, así como una película de animación del francés Michel Ocelot Les contes de la nuit.
Otra novedad, la primera realización del actor británico Ralph Fiennes, dos veces nominado al Oscar, quien pone en escena la tragedia de Shakespeare Coriolano, general romano victorioso en rebelión contra el imperio.
Zoe Kravitz, la hija del rockero Lenny Kravitz y de la actriz Lisa Bonet, es la protagonista de Yelling to the sky, de Victoria Mahoney, la historia de una adolescente de 17 años que debe desenvolverse sola en un barrio duro de Nueva York.
El realizador iraní Asghar Farhadi, premiado ya en 2009 por A propósito de Elly, vuelve con Nader y Simin, una separación, que cuenta cómo una pareja que se había separado vuelve a unirse gracias a un acontecimiento inesperado.
A Farhadi se le impidió rodar durante algún tiempo en Irán por haber apoyado a su compatriota Jafar Panahi, condenado a 6 años de cárcel y a 20 años de prohibición de trabajar.
La Berlinale, que había invitado a Jafar Panahi como jurado, le rendirá homenaje el viernes proyectando varias películas suyas.
El año pasado la Berlinale coronó un filme turco, Miel, y premió asimismo a El escritor oculto, de Roman Polanski, en ese entonces en detención domiciliaria en Suiza por el caso de una violación de una menor en Estados Unidos que databa de 1977.
(Fuente: AFP)