American pie reloaded
Por Cristian Ariel Mangini
4 puntos
Ya se imaginan, es una road movie de sexo. No hay mucho más que lo que dice la sinopsis y profundizar demasiado sobre este film absolutamente irrelevante, sería indagar sobre cuestiones que no hacen a la película en si. Manejado por el sexo de Sean Anders toma varios elementos de las comedias para adolescentes y los explota en todos los lugares comunes, gags, chistes y líneas posibles, agregando cosas que le dan identidad al film, pero la cuestión es que estas cosas hacen que la película sea aún más densa e innecesariamente larga. Es un híbrido entreAmerican Pie, Supercool, Viaje censurado y Euroviaje censurado (estas últimas dos no son secuelas o algo así, no tienen ninguna relación salvo la semejanza del titulo en español)que no termina de tener la coherencia de ninguno de los films antes mencionados: sus personajes no son completamente superficiales, no hay un subtexto elegíaco sobre la adolescencia, pero sí la búsqueda del sexo y es una road movie, pero sin ningún interés real por las localizaciones, más que para hacer un chiste ocasionalmente regionalista. El problema es que tampoco es divertida y tiene un giro conservador que tiene poco de adolescente.
De todas las películas mencionadas anteriormente, American Pie es la que más se parece en sus personajes con Manejado por el sexo. Caricatura del adolescente de clase media norteamericano ‘loser’, tímido pero con ganas de debutar sexualmente en cuanto sea posible, minimizado por sus compañeros e incomprendido por su familia que siempre tiene a alguien dispuesto a humillarlo. Este sería el protagonista Ian, interpretado por Josh Zuckermann. Tiene un amigo carismático que está en el lado opuesto de la ecuación, el carismático y adinerado Lance, interpretado por Clark Duke. Personaje simpático para el cual el relato le reserva un destino moralista del cual hablaremos luego: la cuestión es que Lance ya ha debutado y ha tenido sus buenos momentos con varias muchachas. El triangulo protagónico se cierra con la dulce amiga adolescente Felicia, interpretada por Amanda Crew, que es el personaje más verosímil del film. Una amiga de Lance e Ian desde hace años, que tiene la naturalidad que no tiene los otros personajes de la película. La cuestión es que estas caricaturas, estos personajes, no son sólidos y carecen de interés gracias a la poca consistencia del guión. Simplemente se tiene los estereotipos, se los hace atravesar por un par de situaciones que darán el inevitable punto de giro en cada protagonista y finalmente la historia se cierra previsiblemente y sin demasiado desarrollo.
La poca consistencia del guión no está solamente en el desarrollo de la trama: los diálogos son terribles, por momentos parece querer acercarse al léxico del adolescente norteamericano (con todas las palabras que nunca se van a poder traducir en el subtítulo como son dichas) y por otros, de repente surge un personaje que se manda una línea que se contrapone al léxico que se venía usando, sonando totalmente desubicado. Por supuesto, la película caricaturiza la forma de hablar provinciana de Estados Unidos y su forma de vida y esto funciona con el repertorio de personajes secundarios que aparecen, pero los protagonistas son los que tienen a lo largo del film estos cambios nada imperceptibles. Quizá las mejores líneas, así como la forma en que genera incomodidad para decirlas, estén en el personaje de Seth Green, un menonita que da lugar a la ambigüedad con un buen trabajo de actuación.
Y el humor, bueno, deambula entre algún remate ingenioso del personaje de Lance o alguna secuencia sugerente bien trabajada (ej. en la que Ian va a comprar preservativos), o la inclusión de blogs para denotar un chiste. Pero luego se basa en la incomodidad y lo escatológico (quienes hayan visto la película, piensen en “lo del otro agujero”, el viejo en el sofá o la secuencia inicial) y aquí falla y derrapa a lo grande: una cosa son los hermanos Farrelly o incluso ciertos momentos del Supercool de Greg Mottola, y otra cosa es lo de esta película. Falla en la resolución y, sencillamente, no es gracioso. En este sentido, la película no es efectiva desde lo visual y la actuación: el chiste debe ser en la mayoría de las ocasiones enunciado de otra forma para que cause gracia, sin necesidad de denotarlo. Algunas ideas son buenas, y por eso se remarca que la falla está en la resolución.
Y hablando de resoluciones, queda la resolución de la película. En fin, ya hablamos que el desarrollo se torna largo y denso debido a lo poco sólido de los personajes, pero también están los giros a los que da lugar el clímax (que tiene buenas secuencias de acción, increíblemente). El hermano de Ian, rudo y matón, resuelve sus problemas sexuales de manera previsible; Lance también, quien busca “el verdadero amor” después de tantas fiestas, y quedan Ian y Felicia juntos, con una secuencia interesante en el desenlace, mucho más adolescente que la película completa, antes del ridículo final clipero explicando que fue de cada personaje.
Manejado por el sexo es una película con alguna buena idea plagada de lugares comunes y caricaturas con contadas secuencias que valen la pena. Está bien filmada, tiene unos momentos graciosos, pero también tiene personajes poco consistentes, un guión que se repite y cae en todos los lugares comunes posibles y un desarrollo que se torna denso y aburrido. También aparece Fallout Boy (banda eléctrica de Punk-pop/rock norteamericana, que ocasionalmente da lugar a lo alternativo), pero ni siquiera la aparición de una banda popular –al menos en Estados Unidos- está bien resuelta. Pensándolo, los personajes de Virgen a los 40 son mucho más adolescentes y naturales en torno al sexo que los protagonistas de esta película.