No estás en la home
Funcinema

Cuatro minutos

Artificial

Por Brian Macchi

En estos últimos tiempos, mediante su cine, Alemania ha tratado de lavar sus culpas sobre el régimen nazi, haciendo films que muestran diferentes momentos de aquel orden. Se pueden nombrar a La caída (quizás la de mayor importancia), Sophie SchollLos falsificadorescomo obras que han abordado la temática del movimiento nacionalsocialista, tratando de exhibirlo de manera cruda y real como forma de mostrar la brutalidad de aquella ideología.

En algunos casos, las representaciones resultan acertadas e impactantes permitiendo ver una visión distinta de Hitler y sus hombres a la “demoníaca” presentada por los  estadounidenses, más allá que los miembros del Tercer Reich realizaban actos que hacían parecerlos a diablos salidos del mismo infierno. Quizás la gran diferencia radica en que los trabajos germanos representan a malvados de carne  y hueso, y no tan fantásticos como muchas oportunidades los representó Hollywood. Pero como ocurre seguido en el cine, existen películas que agregan hechos o temáticas para que sean involucradas dentro de determinada tendencia o movimiento y la cinematografía alemana no escapa de ello. A continuación, se hablará de Cuatro minutos, un trabajo que agrega el tema nazi (y otros) sin entenderse el justificativo de dicha inclusión.

El segundo largometraje del director alemán Chris Kraus propone un retrato ambientado en una cárcel de mujeres, donde una profesora de piano, que da clases a las reclusas desde hace 60 años, intentará que una de ellas, una veinteañera rebelde e inadaptada, participe en un concurso de nuevos valores. Entre ambas, pretenderán que la participación en la competencia sea una redención y puedan superar sus pasados conflictos internos.

Una cinta que en un análisis previo aspira a mostrar la ya trillada relación entre profesor y alumno, que se ha visto no sólo en el terreno de la música sino en otros géneros también. Aquí, en el inicio del trabajo, se pretende no caer en algo ya visto mediante la utilización de escenas crudas y violentas que impactan sensiblemente en la historia. No obstante, esa tendencia a buscar otro camino en la trama para que esta no se vuelva en más de lo mismo, de a poco va convirtiendo al film en un conjunto de situaciones excesivamente dramáticas que casi no tienen conexión y, principalmente, carecen de emoción.

El exceso provoca que los personajes no sean cercanos al espectador, trasformando a la película en un producto frío y distante. A su vez, su ideología aleccionadora y confusa (ya que nunca establece si comparte o no el pensamiento nazi de la profesora) provoca, que en determinados momentos, lo exhibido resulte chocante e irritante.

Se agrega una cuota abusiva de los elementos dramáticos, sobretodo hacia la joven, a la cual le ocurrieron absolutamente todas las desgracias habidas y por haber, que en determinado instante deja de ser atrayente para pasar a ser gracioso. Además, el agregado histórico que roza el nacismo no tiene peso ni justificativo dentro de la historia, pudiendo ocurrir el mismo hecho en cualquier otro periodo sin afectar la fuerza de la trama.

Cuatro minutos es un film que ha recibido muchos premios en el mundo entero, creyéndose que son por la tristeza y el drama artificial que crea la cinta, con el agregado de la inclusión minima de la temática nazi. Un producto, que luego de observarlo, se nota claramente que fue concebido para conseguir dichos galardones, incorporando los elementos que gustan en dichas competencias. Tal vez el director debió copiar la actitud de la joven protagonista de la cinta, dejar que su talento y su verdadera pasión fluyeran naturalmente, en vez de seguir las reglas establecidas por una profesora nazi para ganar el concurso.

4 puntos

Comentarios

comentarios

Comments are closed.