Este film animado ofrece algunas ideas visuales interesantes, y apuesta por el humor y los personajes carismáticos. Eso la hace funcionar, por encima de sus ideas y su apuesta por la corrección política.
Este thriller con Lily Collins y Simon Pegg tiene una premisa inicial potente, pero a medida que avanza se va deshilachando, hasta arribar a un final bastante inocuo.
Un film que, a pesar de su comienzo prometedor, se va diluyendo en una de esas comedias románticas superficiales y banditas como las que protagoniza Katherine Heigl.