Aunque está lejos de ser, como muchos aseveran, la peor película de Marvel, este film protagonizado por Jared Leto tiene demasiadas fallas, todas demasiadas evidentes.
Este drama judicial basado en un caso real se toma los tiempos del relato procedural, pero pierde valor cuando quedan en evidencia sus intenciones políticas.
Este film de espionaje ambientado en la Guerra Fría y protagonizado por Bill Pullman es apenas correcto, aunque deudor estéticamente de mucho del cine del género estrenado últimamente.
Un film que aborda el ya transitado tópico de la relación humano-máquina con la dosis de originalidad requerida, repensando distintos factores que atraviesan nuestra propia existencia a partir de un sencillo argumento.