El comienzo de la franquicia era una relectura e reinvención de lo fantástico desde la comedia, con Dan Aykroyd como una figura creativa clave a partir de cómo pensaba lo grupal en el humor.
El alemán Wim Wenders mira con fascinación la geografía norteamericana y la convierte en cine. Una historia de amor compleja, como todas las historias de amor.
A la luz de la nueva versión, la fallida adaptación que hizo David Lynch de la novela de Frank Herbert demuestra personalidad y osadía, más allá de sus problemas.
Esta adaptación de una novela de Stephen King ha sido bastante olvidada, en buena medida porque se construyó como un vehículo de acción hiperbólico y hasta paródico de su fuente original.
El reciente estreno de Free Guy nos lleva a pensar en Tron, aquel film de los 80’s en el que la realidad virtual y la tecnología eran un mundo amenazante.
Con esta película, Pedro Almodóvar cierra la década de 1980. Un film que representó su cima creativa por aquella época y que sentó las bases de lo “almodovariano”.
Esta comedia con el recientemente fallecido Gino Renni es representante de una forma de pensar y ver el mundo que continúa mucho más vigente de lo que se quiere pensar.
Existe en la carrera de Spielberg una etapa de consensos, donde incluso aquellos que lo desprecian encuentran obras valiosas y ejemplares. Esta es una de esas películas de consenso.
En los ochenta, Eddie Murphy era uno de los dominadores de la comedia norteamericana y este film evidenciaba no solo su poder en la taquilla, sino también sus capacidades creativas.
Este film que terminó de colocar al recientemente fallecido Michael Apted como un cineasta de prestigio, mostraba a un realizador con una energía que fue perdiendo con el paso de los años.