Título original: Idem // Origen: Argentina // Dirección: Pablo Montllau // Guión: Carlos Cambariere, Pablo Montllau // Participan: Silvio Fabrykant, Alejandro Margullis, Adrián Guedes, Claudio Milano, Carlos Maza, Rita, Maza, Leo García, Gisela Volá, Elio Kaspszuk // Fotografía: Matías Lago // Montaje: Carlos Cambariere // Música: Carlos Cambariere // Duración: 73 minutos // Año: 2024 //
6 puntos
LA MIRADA ERRANTE
Por Patricio Beltrami
La imagen santa es mucho más que un documental donde se aborda el costado místico, espiritual y emotivo del culto pagano a Gilda. En poco más de setenta minutos, el documental de Pablo Montllau reflexiona sobre la cantante como santa popular a partir de la emblemática foto que fuera la portada del disco Corazón valiente en 1995. Con una corona de flores adornando su cabeza, luciendo un vestido azul en medio de un jardín y con la mirada errante hacia el cielo, como años más tarde mencionaría en No es mi despedida, esa imagen con fines más comerciales que artísticos configura el disparador para una de las más grandes leyendas de la movida tropical. Si bien por momentos el relato se dispersa entre lo musical, lo mítico y la vida y obra del fotógrafo Silvio Fabrykant, el factor humano y la calidez de los testimonios le aportan honestidad y emotividad al documental.
Lejos de innovar desde lo narrativo, La imagen santa le busca explicaciones al culto a Gilda no sólo desde los lugares comunes de sus seguidores y fanáticos: la congregación anual al santuario, la construcción del lugar para el homenaje y el encuentro pagano, la adjudicación de milagros y la opinión de la Iglesia al respecto. Más allá de eso, lo interesante de la producción es centrar buena parte de la narrativa en la figura de Fabrykant, autor de la fotografía editada treinta años atrás. Particularmente, se trata de un personaje tan extraño como atractivo, quien se presenta con un trabajador que ha dedicado buena parte de su trayectoria a crear el arte de las tapas de los discos de la movida tropical argentina. Entre retratos de los exponentes de la cumbia nacional de los ochenta y noventa, Fabrykant asume su imposibilidad de explicar racionalmente cómo una de las tantas imágenes tomadas en una extensa sesión de fotos pudo haberse convertido en esa imagen santa que encarna la divinidad en Gilda. Lógicamente, el paso del tiempo y los acontecimientos resignifican toda experiencia, pero incluso el propio artista con su característica sencillez califica al resultado como parte de un proceso profesional donde lo creativo convive con lo mecánico, el azar y lo inexplicable.
En ese orden, el documental indaga en las fotografías como retratos y tesoros para la memoria popular, colectiva e individual a partir de momentos trascendentales o de rituales compartidos en la intimidad. A lo largo del metraje, algunos testimonios o pasajes no aportan nada más allá de reafirmar algunos aspectos de la exploración sobre el mito, al tiempo que la inclusión de una exhibición de fotografías de Fabrykant tampoco resulta significativa para el relato. Sin embargo, el trabajo sobre la trascendencia de la imagen y el homenaje a la santa Gilda y a la divinidad de Myriam Alejandra Bianchi se corona con una breve pero emotiva versión acústica de No es mi despedida, interpretada por Leo García, confeso admirador de la artista. “Me llevo tu sonrisa tibia, tu mirada errante, desde ahora en adelante, vivirás dentro de mí”, reza la canción en el pasaje final de La imagen santa. Y no había mejor manera de explicar este culto popular que no fuera con música.
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