Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
Es obvio lo que vamos a decir, pero igual necesario: Alien: Earth volvió en este capítulo a las raíces de la saga, desde todo punto de vista, aunque también marcando algunas diferencias. In space, no one…, escrito y dirigido por Noah Hawley, se referencia desde su mismo título en la primera entrega dirigida por Ridley Scott, aunque su progresión, ritmo y despliegue también la emparenta con Aliens, la gran segunda parte dirigida por James Cameron. Cuando podía esperarse que la serie continuara con lo planteado en Metamorphosis y Observation, nos presentó un episodio que funciona como un gran flashback, revelando lo que sucedió con la nave Maginot antes de que se estrellara en la Tierra. Lo que se muestra quizás no es tan sorprendente, pero tiene el mérito de darle mayor profundidad al personaje de Morrow (Babou Ceesay), alguien que era humano y que incorporó herramientas robóticas, que tuvo que abandonar planeta y su familia para cumplir su trabajo como jefe de seguridad en la misión de investigación llevada a cabo por Weyland-Yutani, y que en el medio perdió, casi irremediablemente, a su hija. La progresión de In space, no one… es sencillamente impecable, desde que se conoce que se escaparon criaturas que estaban en cuarentena y que han muerto el capitán y otro integrante de la tripulación, hasta que la situación va empeorando y se vuelve insostenible. El relato no teme mostrar a buena parte de la tripulación como imprudente o directamente estúpida, pero la puesta en escena se las arregla para que todos los errores sean asimilables en una larga cadena de cosas que salen mal. En parte porque, sin prisa pero sin pausa, van surgiendo indicios de un sabotaje interno, de un individuo que conspira para que todo salga de control, con el conocimiento y el soborno de Kavalier, que busca no solo generar sino también sacar partido del desastre. Y también porque las criaturas alienígenas muestran ser increíblemente astutas: ahí es donde se destaca una secuencia en la que una botella con agua infectada por unos bichos se convierte en una herramienta de suspenso notable, que toma las lecciones del mejor Hitchcock. En los minutos finales, otro ser que adquiere un gran protagonismo es el pulpo con muchos ojos, que demuestra una gran inteligencia, toma posesión de uno de los tripulantes y se enfrenta a un xenomorfo, en una inteligente demostración de cómo en cada reino animal hay especies en colisión, luchando por ser el depredador alfa. Quizás la gran diferencia con el resto de la saga de Alien -y en buena medida con otras subtramas que ahora vino desarrollando la serie- es que In space, no one… no tiene alguien parecido a Ripley, un personaje en el cual el espectador se pueda referenciar. No hay héroes, solo seres miserables, incapaces o simplemente impotentes, mientras la corporación Weyland-Yutani, a través de esa personificación que es “Madre”, se erige como una institución despiadada. Morrow, aunque quizás no sea un villano, ciertamente no es un héroe: es más bien un ser maldito, un profesional que cumple con su deber, por más que este implique preservar la carga y no a la tripulación. De ahí que In space, no one…, un gran pequeño cuento de terror y suspenso, sirva para explicarlo, no para justificarlo.
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1 comentario en «Recapitulación de “Alien: Earth”, episodio “In space, no one…”»
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