
Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
Si hay algo que no se puede decir de Alien: Earth es que sea una serie previsible: tiene unas cuantas lagunas y arbitrariedades narrativas, pero casi siempre se las arregla para sorprender. Emergence, dirigido por Dana Gonzales, es una muestra de ello: es un capítulo donde varios personajes toman decisiones inesperadas y las alianzas se reconfiguran. Empezando por Slightly (Adarsh Gouray), que debe hacerse cargo de llevar a la playa a Arthur (David Rysdahl), con su parásito a cuestas, a como dé lugar, y que arrastra a Smee (Jonathan Ajayi) a esa odisea. Ambos contarán con la “ayuda” inesperada de Kirsh, que les facilita el escape. Eso ocurre luego de que Kavalier (Samuel Blenkin) le ordena que sea “útil” tras el despiole hallado en el laboratorio y uno se pregunta hasta qué punto el personaje interpretado por Timothy Olyphant tiene un juego y metas propios. Arthur es, pobre tipo, el individuo más ético y coherente en toda la serie, pero le toca terminar de la peor manera, dándose cuenta de que Slightly y Smee le mienten, y siendo aniquilado por el bebé xenomorfo, en una secuencia que podría decirse que fue previsible, si no fuera porque la playa y todo el entorno natural le dieron un sentido distinto a la claustrofobia que suele manejar la saga de Alien. El laboratorio, como decíamos antes, fue un total despiole, en gran parte por las acciones de Wendy (Sydney Chandler), que ha establecido un lazo entre filial y maternal con los xenomorfos, a tal punto que supo liberar a uno de su prisión, favor que le fue devuelto en otro novedoso combate en el medio del bosque. Ahí es donde también se ve el primer indicio de un quiebre en el vínculo con su hermano Joe (Alex Lawther), que ve cómo su hermana ya no es su hermana, en el sentido de que ha adquirido poderes que la llevan a tener una agenda propia. El segundo indicio, mucho más definitivo, vendrá hacia el final del episodio. Antes vemos cómo Kavalier se convence de la inteligencia de esa criatura con múltiples ojos que ha tomado posesión de una oveja que hasta ha sido capaz de desarrollar un lenguaje de señas propio; y a Morrow (Babou Ceesay) siendo apresado por Kirsh, que se da el lujo de regañar a Slightly y Smee como lo que son, niños sin mucha consciencia y dominio de sus acciones. La última secuencia, en la que Joe defiende a sus colegas y reduce a Nibs (Lily Newmark), que otra vez se había descontrolado, marca un antes y un después en la relación con Wendy. Ese “¿qué hiciste?” que Wendy le tira a Joe como un latigazo nos muestra que los hermanos ya no son hermanos, o que por lo menos el lazo filial está en una crisis casi terminal. Quizás sea porque se están armando nuevas familias: al fin y al cabo, Alien: Earth es también una serie sobre los entramados familiares, formales e informales, biológicos y no biológicos. Emergence, con sus giros y situaciones que rozaron lo disparatado, tuvo ese tópico como foco conflictivo de fondo y dejó las puertas abiertas para un final de temporada sin un rumbo claro.
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