
Por Virginia Ceratto
(especial para @funcinemamdq)
Denominada como drama médico, la serie The Pitt es una especie de ER décadas después, donde Noah Wylle, es un adulto Carter, aquí el doctor Robby, a quien tampoco le faltan traumas y ha ganado en experiencia, posición y musculatura. Con toques de Código negro, la serie que nos acostumbró a las catástrofes y al televisor sangrante, un poco a House -esas amistades todo terreno y los equipos aparentemente desparejos donde todos, sin embargo, encajan a la perfección- y otro a Chicago Med y Grey’s Anatomy -esos contrastes entre jefes, residentes y estudiantes (nunca entenderé eso de practicar con pacientes en los Hospitales Escuela, en fin)- The Pitt -sin el amoroso psiquiatra de Chicago Med, ni el de New Ámsterdam– es un batido agradable, incluso apto para ver en familia y contarle a los más chicos que eso ya lo vimos. Y podemos verlo otra vez, porque la vida, las heridas, la fragilidad de los cuerpos y la muerte, se repiten y resultan ser una buena receta. Y si es en ficción no es morbo. O así parece. Creada por R. Scott Gemmill, Katherine LaNasa y Patrick Bell participan del reparto.
NdR: la primera temporada, integrada por 15 capítulos, está disponible en la plataforma Max.
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