
Por Patricio Beltrami
NdR: este artículo contiene spoilers.
Si bien se relaciona con el resto de los sucesos y arcos narrativos de la temporada, el quinto episodio de Daredevil: born again configura una pausa necesaria frente al ascendente espiral de violencia y drama. En ese orden, se usa una excusa vinculada a la guerra de mafias para relatar un día en la vida del superhéroe. De a poco, se van acumulando motivos para que Matt Murdock (Charlie Cox) vuelva a calzarse el traje de Daredevil. Dirigido por Jeffrey Nachmanoff y escrito por Grainne Godfree, With interest ocurre en San Patricio, fiesta a la que adhiere la enorme comunidad irlandesa, entre ellos miles de policías. Ese día Murdock intenta conseguir un crédito en el Banco Mutual para evitar la quiebra de su firma de abogados, pero encuentra otra negativa. Lo curioso es que su interlocutor es Yusuf Khan (Mohan Kapur), padre de Kamala / Mrs. Marvel, quien trabaja como asistente del gerente. Mientras Murdock se aleja del lugar, un grupo de encapuchados entra al banco, toma de rehenes a trabajadores y clientes a la vez que exigen que abran la bóveda. Si bien la situación se sitúa en la guerra de bandas que el alcalde Wilson Fisk (Vincent D’Onofrio) desea controlar, se trata de la única referencia externa que tendrá With interest. A varias cuadras, Mark percibe el robo y da aviso antes de volver al lugar. En un paso de comedia a lo Mr. Magoo, el abogado confronta a los criminales hasta que recibe un culatazo en el estómago. Desde ese momento, la acción se divide en dos partes. Por un lado, el líder de los delincuentes, Devlin (Cillian O’Sullivan), negocia con la detective Angie Kim (Ruibo Qian) sólo para ganar tiempo hasta que se abra la bóveda. Seguro y arrogante, el villano norirlandés combina cierto encanto con posturas letales que generan incertidumbre. En tanto, lo más interesante ocurre dentro el banco. Cuando los encapuchados obligan a que Khan abra la bóveda, Murdock sólo le pide que gane todo el tiempo que pueda. Tras negociar la entrega de dos rehenes, el abogado pide ir al baño. Sólo vigilado por un encapuchado, Matt se da cuenta de que están a punto de descubrir la mentira de Khan, por lo que se desata una pelea en las escaleras. Otra vez, las coreografías bien ejecutadas se complementan con el tono violento que posee Daredevil: born again para crear secuencias de combate más impactantes y crudas. Aunque sólo hay dos grandes peleas en With interest, la tensión y el ritmo narrativo provocan que el relato sea dinámico y atractivo. Tras derribar a dos enemigos, Murdock y Khan abren la bóveda, donde descubren que un diamante era el objetivo de los criminales. Cuando las negociaciones con el exterior fallan y los policías están a punto de ingresar al banco, aun sabiendo que podrían generar una masacre, Murdock y Khan enfrentan a Devlin. No obstante, los gases de la policía provocan una confusión, donde Devlin intenta escapar tras darle la bolsa del diamante a una infiltrada entre los rehenes y Murdock golpea a los criminales y persigue al líder. Con una capucha roja puesta, el abogado lo embosca para darle una paliza en un callejón hasta que le quiebra la pierna de manera brutal. Finalmente, se revela que en la bolsa no estaba el diamante, sino uno de los caramelos de miel de Khan. With interest termina con una amable secuencia desarrollada una semana después del robo. Otra vez en el banco, Murdock visita a Khan para saber cómo se encontraba y, guiño al universo, acuerdan una futura cena en Nueva Jersey. Tras la salida de Matt, el episodio acaba con el bancario hallando el diamante entre sus caramelos. Asentado en buenas escenas de acción, Daredevil: born again encuentra más maneras de enriquecer la serie. Al ubicar el relato en un espacio único y con pocos personajes, se dotó de facetas atractivas a héroes y villanos. Desde dilemas éticos bien fundados, las acciones y resoluciones evidenciaron la lucidez e ingenio del guión. De hecho, esta aventura se coronó con esa dupla que cimenta su breve alianza en la confianza, su noción compartida por la justicia y sus dotes de humanidad en el peor escenario.
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