
Título original: Dear Santa
Origen: EE.UU.
Dirección: Bobby Farrelly
Guión: Ricky Blitt, Peter Farrelly
Intérpretes: Jack Black, Robert Timothy Smith, Keegan-Michael Key, Brianne Howey, Hayes MacArthur, Post Malone, P.J. Byrne, Jaden Carson Baker, Kai Cech, Cate Freedman, Gavin Munn, Lee Reyes, Bash Hagelin, Bryson Haney
Fotografía: C. Kim Miles
Montaje: Julie Garcés
Música: Rupert Gregson-Williams
Duración: 107 minutos
Año: 2024
Plataforma: Paramount+
6 puntos
UN SATÁN NO TAN SANTA
Por Mex Faliero
Lo mejor de los hermanos Farrelly parece haber quedado muy atrás, entre sus exitosas comedias de los 90’s como Tonto y retonto y Loco por Mary y algunas joyas de comienzos de este siglo como Irene, yo y mi otro yo e Inseparablemente juntos. Desde hace un tiempo ya no trabajan juntos, aunque colaboran en sus proyectos, uno como guionista y el otro como director, y viceversa, y mientras Peter fue por el prestigio -y se ganó un Oscar en el camino-, Bobby parece atrapado en comedias que simulan el diseño de sus viejos clásicos aunque ya sin el estilo, ni la virulencia, ni la energía. El ejemplo lo tenemos este año, en el que los hermanos estrenaron dos películas por separado. Peter regresó un poco a la senda con la muy buena Ricky Stanicky, mientras Bobby nos presenta ahora Querido Santa, un intento de comedia navideña que surfea diversas posibilidades: el film familiar, la buddy movie, la comedia incorrecta, no siempre con el mismo nivel de efectividad. Sin embargo, sigue habiendo ahí un grado de anormalidad que se agradece.
En Querido Santa el protagonista es Liam (Robert Timothy Smith), un chico solitario y marginado, con problemas de dislexia, que en vez de enviarle la famosa carta a Santa con pedidos se la manda a Satán, y este se le aparece en la forma y la energía de Jack Black, a esta altura y tras Escuela de rock, Jumanji, Escalofríos o La casa con un reloj en sus paredes, un especialista en comedias familiares y en tratar a los más chicos sin el paternalismo estúpido que suele ser regla. Así, Querido Santa se convierte en una suerte de buddy movie en la que el Diablo y Liam generan una relación de poder donde el demonio quiere cumplirle tres deseos al chico y este sabe que a cambio de eso deberá entregarle su alma. La misma disputa que existe en la película, entre los Farrelly queriendo sostener algunos pliegues de su humor mientras aligeran la carga de escatología e incorrección para amoldarla a estos tiempos, disputa que es además lo que termina impidiendo que la película tenga mayor vuelo. O tal vez no hagamos sobrelecturas, y sencillamente lo que pasa es que la premisa termina siendo más interesante que su ejecución.
Pero aún con zonas irregulares y cosas que no funcionan, Querido Santa tiene algunos aciertos que demuestran que hay algo vivo todavía en el espíritu de los Farrelly. En primera instancia la relación entre Liam y su amigo Gibby (Jaden Carson Baker), que incluye una jocosa referencia al cáncer bien farrelliana; luego el giro que se da sobre el Satán de Jack Black, que lo vuelve también un personaje marginado en la familia de los personajes habituales de los directores (subtrama que además incluye un cameo genial); y finalmente la idea de relato navideño que la película desarrolla con un giro explícito en su nivel de inverosímil, pero que termina desarticulando a partir de un gran chiste que cierra la película y que baja ese elemento fantástico a un plano más realista y ridículo. Sin ser una genialidad, Querido Santa termina siendo un personal viaje de los Farrelly al universo de las películas navideñas y familiares. Lo cual a esta altura, de la carrera de los hermanos y de los films navideños estándar, no es poca cosa.
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