Título original: Red One
Origen: EE.UU.
Dirección: Jake Kasdan
Guión: Chris Morgan
Intérpretes: Dwayne Johnson, Chris Evans, Lucy Liu, J.K. Simmons, Bonnie Hunt, Kristofer Hivju, Kiernan Shipka, Mary Elizabeth Ellis, Wesley Kimmel, Nick Kroll, Wyatt Hunt, Clayton Cooper, Lanz Duffy
Fotografía: Dan Mindle
Montaje: Mark Helfrich, Steve Edwards, Tara Timpone
Música: Henry Jackman
Duración: 123 minutos
Año: 2024
5 puntos
UNA FÁBULA NAVIDEÑA SIN SORPRESAS
Por Emiliano Attadia
Las festividades, más allá del origen geográfico, son terreno fértil para el mundo audiovisual. Cientos de películas y series (sobre todo las de formato sitcom) están atravesadas por Halloween, las pascuas, San Valentín, Día Acción de Gracias, pero ninguna fue tan explotada como la Navidad. Claro está que gran parte de estas producciones están centradas en un público infantil, aunque trascendieron en la cultura popular y se siguen mirando en la etapa adulta como suerte de nostalgia, como Mi pobre angelito (1990), y sus malogradas secuelas, o El regalo prometido (1996). Algunas veces son el punto de partida de una historia, como el surgimiento de un interés amoroso hasta la razón de ser de un film de terror, con un Papá Noel súper malvado u otro elemento que quiere arruinar las fiestas. Otras veces la celebración es tangencial, como en Duro de matar (1988) donde el debate, a esta altura histórico, es si es o no una película navideña. Pero también la comedia se nutre de estas cuestiones, para generar un contexto y un fin sencillo para los personajes y el espectador que está viendo el largometraje: salvarla y que haya “un final feliz”, con regalos y familiares/amigos abrazados.
Noviembre, más de un mes antes de que aparezca el señor mayor de barba larga y blanca con traje rojo, nos trae una nueva película navideña: Código: Traje Rojo. Ya el título en español nos da un dato de la trama: el problema va a radicar, una vez más, en rescatar a Papá Noel para salvar la festividad. Más allá de lo redundante del tema, el inicio es prometedor: Jack O’Malley (Chris Evans, el ¿ex? Capitán América) es un ludópata, padre soltero y experto hacker que, para ganar algo de plata y recuperarse económicamente, hace un trabajo el cual queda al descubierto la localización precisa del hogar de Santa Claus (el multifacético J.K. Simmons), que cuenta como guardaespaldas principal a Callum Drift (Dwayne “La Roca” Johnson). Esto genera que unos maleantes, con el correr de la película vamos a descubrir su oscuro propósito, secuestren al barbudo más querido y Jack y Callum deban unir fuerzas para rescatarlo. Es cuando se transforma en una típica buddy movie con dos personajes opuestos en características que se complementan para esta ocasión.
Lamentablemente, nunca llega a explotar todos los elementos que cuenta. Las personalidades de Evans, como una persona desinteresada (un papel que podría haber interpretado mucho mejor Ryan Reynolds, Jason Sudeikis o alguno de esa camada), y el serio The Rock (que ya había trabajado con el director en el reboot de Jumanji) es lo que mejor tiene Código: Traje Rojo, pero nunca se decide si es una película para adultos o una infantil (por el tono, los villanos y chistes). Otra cosa en la que peca es romper cierto verosímil dentro de su propia realidad: podemos aceptar que existe Papá Noel y que durante la madrugada del 25 de diciembre debe entregar todos los regalos a niños que se portaron bien durante el año, pero hay un abuso en deus ex machina para salir de conflictos, como una pulsera mágica de Johnson que nunca deja en claro cuáles poderes tiene. Además, otros recursos explotados a medias es la utilización del folklore navideño, como la aparición de Krampus, en vez de un típico Grinch verde y malhumorado, que está representado con ciertos grises, fuera de lo moral entre lo bueno y lo malo. En definitiva, el cúmulo de estrellas en el film no es garantía de éxito, sobre todo con una festividad hiper explotada por el país del norte más allá del carácter religioso; con un presupuesto de 250 millones de dólares, da la sensación de que Código: Traje Rojo va a llegar rápido al streaming para tener una segunda vida y aprovechar la fecha particular.
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