Por Mex Faliero
Basada en una novela de Scott Turow, de la que ya hubo una adaptación cinematográfica en 1990, cuando Harrison Ford llevaba una corta -e infructuosa- búsqueda de prestigio para ver si le daban un premio, este thriller judicial pone en el foco de las sospechas a un reputado fiscal, ahora interpretado por Jake Gyllenhaal, acusado del crimen de una colega con la que mantenía un affaire extra matrimonial, aunque no tan secreto. Hay un nombre clave aquí y ese es el productor David E. Kelley, especialista en ficciones sobre el mundo de los abogados, que aprovecha el material de base para algunas reflexiones interesantes sobre las instituciones, especialmente la judicial y la familiar, a partir de pensar cómo determinadas instancias públicas y privadas se relacionan de manera compleja en un caso policial como el que nutre la narración. Incluso, va más allá detallando las internas políticas que atraviesan las personas vinculadas con las altas esfera del Poder Judicial. Si Gyllenhaal está un poco intenso en su interpretación del fiscal Rusty Sabich (algo a lo que en todo caso ya nos tiene acostumbrados), la serie se vale del gran Bill Camp (¡qué pedazo de actor!), de Ruth Negga y Peter Sarsgaard para extender los temas que la película concentraba demasiado en la figura del protagonista y pensar también en el cúmulo de camaraderías, traiciones y sociedades que rodean a Sabich. Incluso aquí los hijos toman un rol mucho más importante, ya que son -junto a su esposa- un poco el termómetro que el protagonista tiene a mano para pensar su imagen pública. La novela de Turow planteaba varios misterios, lo que le sirve a la serie para explotar esa fascinación del cliffhanger que alimenta la espera entre capítulo y capítulo. Obviamente, quienes vieron la película recordarán que había un final sorpresa relacionado con el crimen y la expectativa está puesta en función de ver si la serie nos demanda ocho episodios para contarnos otra vez el mismo cuento. Sin adelantar demasiado, hay que decir que Se presume inocente circa 2024 plantea algunos cambios que son positivos, porque vuelve todo un poco más siniestro de lo que ya era, aunque genera dudas el hecho de que hayan confirmado una segunda temporada. Ese final, con la potencia que tiene, cerraba perfectamente el esquema de una miniserie. Por último, señalar que en el diseño de producción de la plataforma AppleTV Se presume inocente es de las series menos virtuosas o sofisticadas, lo que no significa que no sea un entretenimiento morboso y bastante efectivo.
NdR: los 8 episodios de la primera temporada de Se presume inocente están disponibles en AppleTV. Hay segunda temporada confirmada.
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