Título original: The ritual killer
Origen: EE.UU.
Dirección: George Gallo
Guión: Bob Bowersox, Jennifer Lemmon, Francesco Cinquemani, Giorgia Iannone, Luca Giliberto, Ferdinando Dell´Omo
Intérpretes: Cole Hauser, Morgan Freeman, Vernon Davis, Murielle Hilaire, Sidy Diop, Brian Kurlander, Peter Stormare, Giuseppe Zeno
Fotografía: Andrzej Sekula
Montaje: Yvan Gauthier
Música: Tom Russbueldt
Duración: 92 minutos
Año: 2023
1 punto
UN PECADO CAPITAL
Por Santiago González
Un detalle a tener en cuenta de esta producción: su director es George Gallo, consumado guionista que escribió Wise guys (1986, Brian de Palma), Midnight run (1988, Martin Brest) y que dirigió anteriormente a Morgan Freeman en The poison rose (2019), The comeback trail (2020) y Vanquish (2021). Ninguna de estas películas son memorables, y nadie las pondría en la lista de las mejores películas del actor norteamericano, pero las tres tienen algo en común: se trata de películas profesionales, con puestas en escena pulidas y prolijas, pero anodinas. Muti: rituales mortales, cuyo título es en sí un spoiler se llama en realidad The ritual Killer y se suma a este ensamble de películas.
Desde cualquiera de los dos títulos uno entiende de qué va a tratar esta propuesta. Un investigador de turno, en este caso interpretado por Cole Hauser, junto Freeman, van a tener que encontrar a un asesino serial que comete sus crímenes de manera ritualista. Si por la trama uno inmediatamente piensa en esos thrillers que se estrenaban en cines a fines de la década del 90 luego del éxito de Pecados capitales (1994, David Fincher) está en lo correcto. De hecho, el mismo Freeman actuó en este tipo de exponentes como demuestra Kiss the girls (1997, Gary Fleder) y Along came spider (2001, Lee Tamahori).
¿Entonces qué pasa con Muti: rituales mortales? A pesar de la tecnología utilizada por los personajes, a pesar de las referencias a la actualidad esta producción se siente vieja, como si se tratara de otro thriller de aquella época mencionada. No hay nada original, la trama se mueve con fluidez, pero atada a las vueltas del guión. Las actuaciones son profesionales, con Freeman y Hauser dándole algo de humanidad a sus personajes que son los que también mantienen a flote esta película. Llama la atención que habiendo escrito guiones de películas superiores, Gallo no haya aprendido nada de los directores que las filmaron.
Muti es una producción que habría pasado desapercibida en la década del noventa como muchos otros exponentes de este subgénero. Y estrenada hoy en día no se convierte en una producción nostálgica sino en una película que demuestra que no todo lo del pasado fue bueno..
Si disfrutás los contenidos de Funcinema, nos gustaría tu colaboración con un Cafecito para sostener este espacio de periodismo independiente: