Título original: Idem
Origen: Argentina
Dirección: Jorge Nisco
Guión: Leandro Calderone
Intérpretes: Adrián Suar, Maggie Civantos, José Eduardo Debrez, Tsahi Halevi, Mike Migorena, Charo López, Benjamín Amadeo, Diego Cremonesi, Fiorella Indelicato
Fotografía: Guillermo Nieto
Montaje: Francisco Freixa
Música: Alejandro Kauderer, Ignacio Tomás Gabriel
Duración: 104 minutos
Año: 2024
5 puntos
MISIÓN IMPOSIBLE ES HACER BIEN UNA COMO MISIÓN: IMPOSIBLE
Por Mex Faliero
Hay una escena que sirve como síntesis de la torpeza de Jaque mate, también de sus ganas de ser algo que no puede ser. Los protagonistas escapan luego de una misión y salen a la ruta con un camión. Se genera una persecución y Adrián Suar, el jefe del equipo de agentes (porque esto es como una copia de la estructura básica de una Misión: Imposible), le pregunta al especialista en explosivos si tiene algo para sacarse de encima a los malos. Obvio que lo tiene. El personaje saca un detonador y hace volar a los perseguidores por los aires. Todo se ve bastante profesional, los autos vuelan bien, las explosiones son reales, el montaje y el sonido le dan algo de movimiento a la escena. Todo luce como en una correcta película de acción. Nosotros, los argentinos, también podemos hacerlo. Ahora bien, cuando uno piensa la escena casi inmediatamente se hace una pregunta: si el personaje había colocado un explosivo debajo de cada auto ¿para qué permite que se genere la persecución? ¿No hubiera convenido que hiciera explotar los autos desde el comienzo y salir tranquilos por la ruta? Pero no tendríamos persecución… Y ahí tenemos el principal problema de la película (y, de paso, de la carrera de Suar): ser algo que no sabe cómo ser. Ni héroe de comedia romántica ni héroe de acción. Todo luce como una copia caprichosa de algo ya visto, pero sin la inteligencia suficiente como para que las partes se unan de manera lógica, aún para la lógica de un tipo de relatos como este.
Y eso que esto que decimos de Jaque mate, el regreso de Suar al cine de acción a casi treinta años de Comodines -no casualmente también dirigida por Jorge Nisco-, lo decimos sobre una de las películas más decentes que ha entregado el actor y productor hasta el momento. Es decir: Jaque mate se construye como copia de tantas películas sobre equipos de agentes que tienen misiones que parecen imposibles, pero que terminan salvándose a último momento. Lo hace bien, profesionalmente, con secuencias de acción que lucen creíbles y una química entre los protagonistas que es la correcta. El problema, como decíamos anteriormente, está relacionado con la forma en que el guión integra todas esas partes que son un lugar común necesario. A veces lo hace sobre la base de lo previsible y, otras tantas, sobre la base del capricho y la falta de rigor. Incluso, a veces lo hace a partir de ideas algo ridículas como el plan del villano (robarse una fórmula para la cura de la diabetes), pero carece del sentido de la autoparodia como para hacer de eso algo decididamente divertido. De hecho, el uso del humor es puramente funcional, sin que se integre decididamente a la trama y, mucho menos, al movimiento de la comedia de acción: por ejemplo, el comic relief de Benjamín Amadeo aparece y desaparece de la trama, casi porque sí. Y si no estuviera, la película funcionaría igual.
Lo mejor que se puede decir de Jaque mate es que no es peor que la mayoría de las películas de acción que intentan hacer plataformas como Netflix o Prime Video, con más presupuesto y estrellas mundiales. Lo peor que se puede decir es que ese logro ni siquiera es propio.
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