Por Mex Faliero
Secuestro aéreo, la miniserie de AppleTV, es un ejemplo de cómo los recursos del cine clásico se imponen si uno sabe trabajarlos. Ahí está todo, sólo resta administrar las piezas con el timing más preciso. Secuestro aéreo, creada por George Kay y Jim Field Smith, avanza sobre una premisa reconocible: Un vuelo comercial que va de Dubai a Londres es secuestrado y lo que sigue son las siete horas de tensión sobre el aire, mientras en tierra los funcionarios de turno deciden qué hacer con ese avión que se les viene encima. A todo esto le suma la presencia de un personaje icónico, interpretado por un actor que tiene la presencia suficiente como para convertirse en un héroe en el que podemos confiar: El gran Idris Elba. Claro que Secuestro aéreo le suma algunas novedades, para retorcer el subgénero y volver las acciones más fascinantes. Sí, fascinante es un término preciso para la miniserie: Está tan bien escrita y narrada, que nos lleva de las narices a pura intriga, incluso en capítulos como el tercero, Draw a blank, que se construye sobre una mínima posibilidad: ¿Las armas de los secuestradores tienen balas reales o son de salva? Uno de los puntos de interés es precisamente el Sam Nelson de Idris Elba, un especialista en negociaciones corporativas, que progresivamente irá domando la mente del líder de los secuestradores, en un juego de gato y ratón constante, en el que los personajes van cambiando de rol escena tras escena. Incluso, Nelson es un misterio, un personaje que por momentos parece individualista y otras veces movilizado por un carácter solidario con los demás. Es un héroe clásico, pero con claros elementos psicológicos más contemporáneos. Los guionistas son tan sagaces para rizar el rizo, que por momentos la miniserie cae en lo inverosímil pero lo terminamos aceptando porque entramos en el juego que nos propone sin problemas. Y ese juego es el de la sorpresa a cada instante, el de los giros inteligentes que movilizan la trama y el suspenso. Son siete episodios que se sostienen increíblemente, porque cada uno avanza sobre una posibilidad o una luz que los rehenes vislumbran para poder salvarse, y los juegos de poder entre los pasajeros aumentan la tensión. Y cuando algo no funciona, aparece el gran Idris Elba con su presencia confiable para asegurarnos que vamos a llegar a destino porque tiene una familia con la que quiere estar y no va a hacer nada que nos ponga en riesgo. Una miniserie que no inventa la pólvora y que ni siquiera se lo propone. Lo suyo es el noble juego del suspenso, un subgénero que parece haber perdido lugar pero que cuando es ejecutado con conocimiento como en este caso genera gran placer.
NdR: Los siete episodios de Secuestro aéreo están disponibles en AppleTV.
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