Por Mex Faliero
Cuando esta noche Angela Bassett gane el Oscar por su actuación secundaria en Pantera Negra 2: Wakanda por siempre viviremos uno de esos momentos insoportables de la ceremonia, un showcito sobre la desigualdad y los problemas del mundo. Me lo imagino a Ricky Gervais en la casa hablándole al televisor como Leonardo DiCaprio en el meme de Había una vez… en Hollywood. Bueno, en verdad no creo que Gervais mire este bodoque de más de tres horas repleto de ricachones creyéndose que son más importantes de lo que son. Bassett ya hizo su showcito en los Globos de Oro, en el que destacó que ahora los negros hacen éxitos de taquilla globales porque no sé qué sarasa. Señora, actuó en una película de Marvel, parte del conglomerado Disney, que goza de millones y millones de dólares en publicidad y marketing, sin hablar del carácter casi monopólico con el que ocupan salas de cine en detrimento de muchas otras expresiones cinematográficas a lo largo y ancho del globo terráqueo. Si vamos a hablar de desigualdades, ahí tiene un punto. Haga patria, mate un tanque de Hollywood. Todo esto, querida Angela Bassett, sin entrar en detalles acerca de una actuación cualunque, exageradamente recibida y premiada, lo que nos lleva a pensar que en verdad la están premiando por su nombre, incluso por su raza (protagonizará el momento afroamericano de la noche para las buenas conciencias). Hasta imagino todo el auditorio de pie, ovacionando. De más está decir que estos discursos se suceden cada año y que los problemas del mundo siguen ahí afuera, el racismo no disminuyó desde que premiaron a Denzel Washington por Gloria, ni cuando los racistas vieron 12 años de esclavitud y dijeron “¡la pucha, se nos está yendo la mano!”. Bueno, en verdad capaz que les gustó 12 años de esclavitud porque era bastante racista. Claro que está bien usar estos espacios desde lo simbólico, pero también es un poco demasiado pensar que eso hace a la solución de las cosas. En todo caso le sirve a un grupo de famosos para creerse más importante de lo que son y a una institución para lavar culpas y mostrarse positiva e integradora. El sueño húmedo del marketing progresista y corporativo. “Black Oscar Matters”. Haceme la remera que la vendemos.
PD: Si resulta que esta noche Angela Bassett no termina ganando, olviden todo lo que dije en esta columna y celebren un pequeño acto de justicia poética.
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