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Todo sucede en Tel Aviv

Título original: Tel Aviv on Fire
Origen: Israel / Francia / Bélgica / Luxemburgo
Dirección: Sameh Zoabi
Guión: Dan Kleinman, Sameh Zoabi
Intérpretes: Kais Nashif, Lubna Azabal, Yaniv Biton, Maisa Abd Elhadi, Nadim Sawalha, Salim Dau, Yousef ‘Joe’ Sweid, Amer Hlehel, Laëtitia Eïdo, Ashraf Farah, Ula Tabari
Fotografía: Laurent Brunet
Montaje: Catherine Schwartz
Música: André Dziezuk
Duración: 100 minutos
Año: 2018


7 puntos


UNA TELENOVELA SOBRE EL CONFLICTO PALESTINO-ISRAELÍ

Por Franco Denápole

(@fdenapole)

En la ciudad de Tel Aviv se está filmando una telenovela acerca de una mujer palestina que se enamora del militar iraní al que espía para las fuerzas antisionistas. Un hombre es contratado para ayudar a la actriz principal, de origen francés, a pronunciar correctamente las frases en hebreo. Desde la primera escena queda establecida esta duplicidad de planos ficcionales: casi a la par que las desventuras de Salam, que por una sucesión de acontecimientos insólitos se vuelve guionista y al mismo tiempo víctima de una coacción llevada adelante por otro militar iraní (esta vez real), se narra el relato enmarcado, la historia de Manal, protagonista de la tira televisiva, y el triángulo amoroso que se ha generado entre ella, el general Yehuda y Marwan, quien pertenece a la resistencia palestina.

Comienza así un entrecruzamiento entre el plano del relato enmarcado y el marco, en el que se ponen en juego una serie de comentarios en tono satírico respecto de la compleja situación política que se vive en Tel Aviv a raíz del conflicto latente entre palestinos e israelíes. No se trata de un enfrentamiento armado tal como se da en la Franja de Gaza, sino que la película pinta la convivencia tensa de una sociedad escindida en dos, en la que el ejército israelí subyuga a una comunidad palestina oprimida. Y aunque el director, Sameh Zoabi, es de origen palestino, Todo sucede en Tel Aviv evita una mirada manierista o reduccionista del conflicto. Para ello utiliza la telenovela, que funciona como una contracara de aquello que sucede en las calles de la ciudad mediterránea.

Este es el punto fuerte de la película, su carácter diferencial: en lugar de retratar de manera documental una realidad, el director opta por una mirada oblicua en la que la preponderancia de uno de los dos planos ficcionales se va alternando, de modo tal que parece por momentos que no son los acontecimientos reales los que motivan el devenir de la trama de la telenovela, sino que lo que se pone en juego en la aparentemente superficial historia de Manal es lo que mueve a los personajes. Esto es porque el largometraje se ocupa de contar aquello que los motiva a tratar de influir sobre lo que pasa en la serie, de modo tal que esta se vuelve un medio para canalizar sus deseos, temores y rencores.

Lo que ocurre es que el contenido ideológico de Todo sucede en Tel Aviv queda cifrado a partir de un encadenamiento de referencias y metáforas que el espectador debe recuperar por sí mismo. Por un lado, la tarea que se nos propone es estimulante, pero también es cierto que el espectador que no posee un conocimiento previo de los detalles de la situación política de Tel Aviv puede encontrarse por momentos algo confundido. También es cierto que por las mismas razones la obra de Zoabi es capaz de reflejar una idiosincrasia muy particular que tal vez no podría contarse de otra manera.


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