Por Cristian Ariel Mangini
Si hablamos de bandas sonoras de videojuegos probablemente la de la saga Metal Gear sea una de las más emblemáticas. La obra que define al talento de Hideo Kojima para generar algunos de los personajes más icónicos de la historia del medio y las pinceladas para elaborar algunos de los momentos de jugabilidad más creativos, tuvo además desde su primera entrega en 1987 una banda sonora que se acondicionaba a los relatos de espías, con la influencia cinematográfica obligada de la saga de James Bond. Desde la segunda entrega de Metal Gear Solid el encargado de musicalizar la saga fue Harry Gregson Williams, un nombre que hasta ese entonces no era conocido en el mundo del videojuego, pero que llevaba una larga trayectoria en el cine.
El talentoso compositor inglés nació en el condado de Sussex en el año 1961 y desde temprana edad se destacó en la música: con tan solo 7 años recibió una beca de música en el prestigioso St. John’s College School de Cambridge. Por fuera de estos datos biográficos, lo cierto es que basta mencionar algunos de los directores con los que ha trabajado para comprender el valor de su tarea: fue un asiduo colaborador de Tony Scott y trabaja frecuentemente con Ridley Scott, el estudio Aardman, Ben Affleck y Nicolas Roeg entre otros, fue nominado a los BAFTA por su trabajo en el primer film de Shrek (2001) y a los Globos de Oro por su trabajo en Crónicas de Narnia: el león, la bruja y el ropero (2005). Sin embargo, la película que lo puso en el radar de Hideo Kojima fue Asesinos sustitutos (1998, Antoine Fuqua) por su aproximamiento musical al neo noir. Fue un vínculo que se mantuvo a lo largo de los juegos más importantes de la saga.
Al respecto de su trabajo en videojuegos tras su extensa trayectoria en el cine, mencionó cómo la dinámica en el cambio de un medio a otro resultó compleja porque “no es una película, él (por Hideo Kojima) no podía enviarme el film y ese es mi proceso de trabajo habitual (…) Por lo tanto, si en algún momento estoy estancado con mi trabajo, suelo ver a la pantalla y aprender algo”. Pero en el caso del videojuego eso no era posible, por lo tanto solo le llegaban descripciones y adjetivaciones que describían el clima que se buscaba alcanzar, entonces “tenía que escribir 30 segundos o un minuto de música en esa línea, pero sin imágenes para guiarme, por lo tanto fue una tarea difícil y diferente para mí”.
No le ha ido mal teniendo en cuenta que la banda sonora de Metal Gear Solid 2: sons of liberty tiene una de las aperturas más emocionantes del medio, reinventando el leitmotiv presente en el primer Metal Gear Solid de Playstation. Para Metal Gear Solid 3: Snake Eater realizó junto a Norihiko Hibino un sólido homenaje a la música de John Barry para la saga James Bond, con una banda sonora que no desentona por la cercanía temática del juego a la guerra fría. El reconocimiento en el campo del videojuego le ha llegado con numerosos premios por sus composiciones, pero lo más llamativo es su nominación al BAFTA por su trabajo en la banda sonora de Metal Gear Solid IV: Guns of the Patriots.
Por fuera de la saga de Kojima, Gregor-Williams ha participado de las bandas sonoras de los juegos Call of Duty 4: Modern Warfare y Call of Duty: Advanced Warfare. A continuación pueden escuchar la increíble presentación de la Metropole Orkestra interpretando el tema principal de Metal Gear Solid 2: sons of liberty.
Fuentes:
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- Videogame composers you should know: Harry-Gregson Williams, de Will Robinson. Playstation Universe (PSU), marzo 2015.
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