Por Patricio Beltrami
Ben Affleck afirmó que su participación en The Flash será la última como Batman. En varias entrevistas realizadas durante la promoción de la película The tender bar, el actor confirmó que su vínculo con DC acabará en noviembre de este año. Y pese a haber definido a su última interpretación como “un final realmente agradable”, lo cierto es que su paso por DC-Warner quedará marcado por los conflictos ocasionados desde el estudio, más allá de los problemas personales y profesionales que debió atravesar en ese lapso. Por ello, era cuestión de tiempo para que la larga despedida de Affleck se concretara.
El éxito de El hombre de acero en 2013 derivó en que Warner le encargara a Zack Snyder que se hiciera cargo tanto de la secuela como de sentar las bases del universo cinematográfico DC. Poco después, Ben Affleck fue oficialmente elegido como el nuevo Batman, rol que hasta 2012 había desempeñado Christian Bale en la trilogía de Christopher Nolan. Además, desde el estudio posteriormente le encomendaron el desarrollo de una película individual del superhéroe, donde cumpliría los roles de protagonista, director y co-guionista. Ganador del Oscar a Mejor Guion Original junto Matt Damon por En busca del destino en 1998, por 2014 Affleck atravesaba el momento cumbre de su carrera a partir de la seguidilla Desapareció una noche (director, guionista), Atracción peligrosa (director, guionista, protagonista), Argo (director, protagonista) y Perdida (protagonista).
Sin embargo, el promisorio camino del actor comenzaría a derrumbarse al mismo ritmo que el futuro del DCEU ideado por Snyder. A pesar de lo fallida que resultó Batman v. Superman: El origen de la Justicia, principalmente en su último acto, la versión Batfleck fue bien recibida. Con un Batman brutal, vengativo y despiadado como nunca antes se había mostrado en cine, y un Bruce Wayne cargado de culpa, ira y pena, esta representación quedó empañada por el insólito momento Martha en el clímax de la pelea contra Superman. Y aunque la filmación de La Liga de Justicia al mando de Snyder trascurriría sin mayores complicaciones, el panorama cambiaría definitivamente a inicios de 2017.
Por entonces, el director renunció a su cargo a raíz de una tragedia familiar. Ante ello, Warner y DC tomaron el control de la producción y, con el objetivo de replicar la exitosa fórmula narrativa y estética que había desarrollado Marvel Studios, la primera medida fue designar a Joss Whedon como el nuevo realizador del film. A pedido de los ejecutivos, se llevó a cabo la regrabación de buena parte de la historia. Años más tarde, se conocerían múltiples denuncias contra Whedon y los directivos de Warner-DC por maltratos, abuso de poder y encubrimiento. El resultado artístico de este tortuoso proceso fue una película mediocre e intrascendente, pero principalmente el peor legado de esta versión de La Liga de la Justicia fue haber condenado al incipiente Snyderverse.
Adiós
Recientemente, Affleck confesó: “La Liga de la Justicia fue el punto más bajo para mí”. No obstante, no se refirió solamente al fracaso artístico de la película, sino que aclaró que su malestar se debía a la suma de varios conflictos: “Mi propia vida; mi divorcio; estar demasiado lejos; las agendas en competencia; y luego la tragedia personal de Zack y las regrabaciones”. “Fue la peor experiencia, horrible”, admitió. En ese orden, el intérprete paulatinamente comenzó a alejarse de lo que sería The Batman. En primer lugar, el estudio retrasó la filmación que originalmente iba a efectuarse en 2017, ya que el estreno había sido pautado para 2018. Posteriormente, Warner se lanzó a la búsqueda de nuevo director y autor, aunque en ese momento aclararon que Affleck sería el protagonista.
Sin embargo, la elección de Matt Reeves contribuyó al alejamiento del actor, ya que poco después de su designación el realizador manifestaría que deseaba elaborar un nuevo guion a partir de una historia original y que, además, contara con una versión más joven de Batman/Bruce Wayne. Finalmente, en 2019 Affleck oficializó su alejamiento del proyecto y, en consecuencia, se presumía que nunca más volvería a interpretar al protector de Ciudad Gótica. En los primeros meses del encierro mundial por la pandemia, un movimiento virtual de fanáticos de DC logró ganar enorme transcendencia en las redes sociales a partir del hashtag #RealeseTheSnyderCut. Más allá del reclamo que llevaba años visibilizándose en Twitter, una serie de factores confluyeron para que Warner-DC acordara con Snyder el lanzamiento de la versión original de La Liga de la Justicia en HBO Max.
En consecuencia, el director convocó al elenco para terminar la filmación de su película e, incluso, para grabar algunas escenas inéditas. Al igual que el resto de los actores, Affleck inmediatamente aceptó el pedido para participar del proceso. Sin embargo, la altísima repercusión que generó este estreno, sumado a la enorme cantidad de personas que lo visionaron en streaming, no fue suficiente para cambiar los planes de Warner: el Snyderverse no tenía lugar en el futuro del DCEU. Asimismo, a la salida del realizador se sumaron las nuevas denuncias de Ray Fisher contra Whedon y la cúpula del estudio y nuevos proyectos vinculados de personajes vinculados a Superman para los que no se tuvo en cuenta a Henry Cavill. La depuración de los viejos planes había iniciado y avanza incesantemente.
De esta manera, era cuestión de tiempo para que se materializara la salida definitiva de Affleck. Durante los últimos meses de 2020, el actor filmó sus últimas escenas como Batman en The Flash, donde particularmente no será la única versión del superhéroe. Luego de treinta años, Michael Keaton volverá a interpretar al hombre murciélago y, según trascendidos, repetiría el rol en futuras películas del DCEU. Ya libre de compromisos con el superhéroe, Ben Affleck aseguró que las escenas que grabó este año fueron sus favoritas como Batman e, incluso, bromeó en que quizás no lleguen al corte final. Al igual que en el cierre de La Liga de la Justicia versión Snyder, el actor deja DC en paz consigo mismo luego de haber atravesado años de calvario personal y profesional.
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