Por Mex Faliero
A pesar de que ya tenía cierta reputación, la carrera de Bryan Cranston (vaya novedad) dio un salto impactante e interplanetario con Breaking bad. Luego de Walter White, el actor intentó una carrera cinematográfica que no fue tal vez todo lo prominente que prometía, pero al menos le reservó una nominación al Oscar por su protagónico en Trumbo. Cranston, con dos antecedentes de peso como Malcolm y Breaking bad, regresó al lugar que le sienta bien, la televisión, ahora con Your honor, serie basada en la producción israelí Kvodo. Adaptada por Peter Moffat (guionista de la impresionante The nigh of), esta serie tiene a Cranston como Michael Desiato, un reputado juez de Nueva Orleans cuya vida da un giro cuando su hijo atropella y mata a un motociclista, y termina huyendo del lugar. Pero no solo eso, la víctima es el hijo del principal gángster de la ciudad (el inmutable y terrible Michael Stuhlbarg), por lo que el consejo del honesto juez a su hijo es: mejor no denunciar el hecho y ocultar todo, porque con este buen hombre no habrá justicia alguna. Obviamente que la presencia de Cranston vende Your honor y es algo difícil para el espectador, e injusto para el actor, no estar pensando constantemente en Walter White mientras la mira. Un poco porque lo icónico de aquel personaje acompañará a Cranston hasta sus últimos días, pero también porque Desiato muestra conductas similares a las del capo de la metanfetamina. Es decir, el origen de los personajes es diferente, aunque ambos a su manera son ciudadanos modelos. Por lo tanto, a partir del hecho puntual de la historia (uno convertido en fabricante de drogas, el otro en alguien capaz de ocultar un crimen) ambos personajes comenzarán una carrera contra el reloj para no ser descubiertos, mientras son atravesados por dilemas morales y éticos. Your honor tiene una particularidad: por un lado es conducida por una parsimonia y una gravedad que vuelven sus extensos capítulos un poco intransitables, pero a la vez recurre a giros de guion más cercanos a las novelas pulp, lo que convierte a cada incidencia de la historia en algo descabellado e increíble. Por un lado la gravedad le da una pátina verosímil a lo que ocurre, mientras que el absurdo sirve para que la serie no se tome tan en serio a sí misma. Es una apuesta arriesgada, pero Your honor no deja de ser adictiva e imprevisible, y tiene varios de esos momentos en que uno se muerde los dedos pensando que los personajes van a ser descubiertos a la vez que se da cuenta que está avalando conductas reprobables. De fondo, Your honor construye un territorio sin ley ni amparo para las clases medias y bajas, aprovechando perfectamente la postal de esa Nueva Orleans un poco marginal y melancólica. Lo cierto es que finalmente Cranston encontró otro vehículo para su talento, otro personaje complejo y lleno de contradicciones. Cranston es el antihéroe definitivo.
–La serie tiene una segunda temporada confirmada para 2022. Los diez episodios de la primera temporada están disponibles en Paramount+.