Por Patricio Beltrami
La tercera reprogramación es la vencida para Venom: Carnage liberado. Esta semana Sony no solo lanzó el primer adelanto de la secuela, sino que ratificó que su fecha de estreno será el 17 de septiembre. Sin embargo, el anhelo del estudio para conformar un Spiderverso todavía está lejos de concretarse. Luego del lanzamiento del tráiler, el director Andy Serkis reveló que la nueva historia expandirá el mundo de Venom/Eddie Brock (Tom Hardy), por lo que se infiere que Spider-Man no formaría parte de la producción. Nuevamente, Marvel ejerce el derecho de admisión, una herramienta que podría repercutir en las inminentes negociaciones para definir el futuro de Peter Parker (Tom Holland) en el MCU.
El primer adelanto de Venom: Carnage liberado contiene dos guiños evidentes a Spider-Man. Por una parte, un personaje aplasta a una araña arriba de un escritorio. A su vez, uno de los protagonistas tiene en sus manos una copia del Daily Bugle, el emblemático diario donde Peter Parker trabaja como fotógrafo. En relación al periódico, el hijo de J. Jonah Jameson, John, tuvo una breve participación en Venom: era uno de los astronautas que cayeron a la Tierra con el material extraterrestre que se convertirá en el simbionte. A esto hay que sumarle que en el tráiler de Morbius, la otra demorada franquicia del Spiderverso de Sony, aparece Michael Keaton, presuntamente en el rol de Adrian Toomes/El Buitre, papel que había desempeñado en Spider-Man: de regreso a casa.
No obstante, las expectativas sobre el desarrollo de la propuesta de Sony bajaron considerablemente tras las declaraciones de Serkis. Teniendo en cuenta el estricto manejo de todo lo relacionado con el MCU, resultaba extraño que Marvel Studios integrara el Spiderverso de Sony a su universo. Incluso algo mínimo, como un cameo de Peter Parker en una escena postcréditos o la aparición del Buitre, implicaría que existe una relación entre las producciones de ambos estudios. Y, claro está, las diferencias narrativas y estéticas entre Venom y las películas y series del Universo Marvel son abismales. Igualmente, la posibilidad de que Spider-Man: No Way Home contuviera a personajes de los films protagonizados por Tobey Maguire y Andrew Garfield con una lógica de multiverso podría darle algún sentido a la supuesta conexión con Venom y Morbius.
Otro atenuante de esta disputa es la futura finalización del vínculo entre Marvel y Sony por los derechos de Spider-Man/Peter Parker y los personajes que han formado parte del MCU desde 2016. A mediados de la década anterior, ambos estudios habían acordado que el superhéroe protagonizara cinco películas. Cumplido este trato y tras una tormentosa negociación que estuvo al borde de la ruptura permanente, se renovó el convenio por otras dos películas. A partir del éxito de ambos films, lo más probable sería que ambos estudios, por lo menos una vez más, buscaran extender la sociedad. En ese sentido, Marvel podría garantizar la continuidad de Peter Parker como futuro líder de nuevos Los Vengadores, mientras que Sony podría gozar de las enormes ganancias que le proporciona cada producción de Spider-Man en solitario.
Seguramente la cuestión artística será uno de los puntos más sensibles de la futura discusión. Está claro que Sony, dueña de los derechos de todos los personajes vinculados con el superhéroe arácnido en cine, buscará imponer su voluntad para integrar a los principales personajes del MCU a su incipiente Spiderverso. Del otro lado, el recelo de Marvel por sus historias es tan grande que ha optado por mantener el control creativo en detrimento de, por ejemplo, la recaudación global. Ante ello, el multiverso y la extensa galería de héroes y villanos que Sony ostenta pueden representar una solución ante semejante encrucijada. Prueba de ello es Spider-Man: un nuevo universo, franquicia liderada por Miles Morales, donde los Peter Parker están relegados a un rol secundario (incluso uno muere en el primer acto del film). El Spiderverso es un proyecto viable pero, en este panorama, atarlo únicamente a la presencia de Peter Parker es un capricho.