No estás en la home
Funcinema

24 líneas por segundo: Vivir en la era de las plataformas

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

Y alguna vez la televisión por cable fue la solución a la abulia y la falta de opciones de la televisión abierta. Y así como fue una respuesta salvadora que nos multiplicó horas de televisión y entretenimiento, también llegó el momento en que fue insuficiente y llegaron los canales Premium para demostrarnos que necesitábamos algo más. Teníamos HBO y teníamos Cinecanal, y éramos felices porque teníamos acceso a grandes estrenos mucho tiempo antes de que llegaran a los canales tradicionales. Pero el influjo de la piratería empezó a corroer el peso simbólico de estas señales, y la posibilidad de ver mucho más cine, cine más nuevo incluso, cine inédito sobre todo, nos llevó por otro camino, gratuito sí, pero más suculento. Y un día nos despertamos con Netflix, esa aplicación que se fue metiendo progresivamente en nuestro vocabulario habitual hasta ser parte de una de las preguntas más irritantes que puedan existir: “¿Está en Netflix?”. La plataforma, una plataforma, nos prometía mucho cine y muchas series (sí, porque el ascenso de las plataformas tiene mayor relación con las series, tal vez por heredar la fascinación de la pantalla chica) por un costo módico. Sí, porque buena parte del secreto de Netflix es su precio, insignificante si lo comparamos con lo que se sale el abono al cable. Y éramos felices con Netflix, con su catálogo medio pelo pero especialmente con una producción original ascendente y relevante. Entonces las otras empresas se avivaron que el negocio estaba ahí, y un día llegó Amazon Prime Video. Y comenzó la lucha de camisetas entre los que tienen una plataforma y los que tienen la otra. Pero también llegó Disney+, y hay Hulu, Qubit, y en breve llega la de Paramount y no sé cuántas más porque también hay AppleTV y Peacock y HBO Max. Y progresivamente la pantalla del celular se nos llenó de iconitos de aplicaciones que lanzamos al televisor a través de uno de esos artilugios mágicos llamados Chromecast (perdón la marca) que deberían ser reconocidos con un Nobel de algo. Y nos mareamos acerca de quién paga qué porque Netflix la compartimos con la tía Norma, y Amazon con Jorge del trabajo, y Disney con una pareja de amigos que tienen pibes. Y cien de acá, doscientos de allá, y las plataformas de acumulan y así también los costos que pagamos. Y quisimos dejar el cable por su precio, pero las aplicaciones comienzan a ser un gasto importante y encima no puedo ver la final de la Libertadores porque no pasan fútbol. Y acá estoy, recuperando la saga John Wick -que no la había visto- y yendo de plataforma en plataforma: porque la 1 y la 3 la tiene Amazon, pero la 2 la tiene Netflix. Así es la vida en la era de las plataformas.

Comentarios

comentarios

Comments are closed.