Tras el éxito del estreno por streaming de la película animada Trolls 2: gira mundial (cien millones de dólares en sus primeas tres semanas), crece la polémica entre exhibidores y los estudios de Hollywood que ven con buenos ojos la llegada de algunas de sus películas por esa vía.
Trolls 2: gira mundial estaba pensada para estrenarse en los cines, pero el cierre de las salas por el coronavirus llevó a Universal a tomar la decisión de estrenarla por streaming. Decisión que fue en contra de otros estudios que aplazaron sus lanzamientos.
Sin embargo para Universal terminó siendo un negocio redondo: la película no sólo ya consiguió recuperar la inversión de 90 millones que costó, sino que se ubicó en la misma línea de ingresos de su Trolls, la primera parte que en 2016 recaudó 116 millones de dólares tras sus primeras tres semanas en las salas norteamericanas.
“Los resultados han excedido nuestras expectativas y demostrado la viabilidad del formato digital bajo demanda”, dijo el dirigente de NBC Universal, Jeff Shell, en declaraciones a The Wall Street Journal.
A partir de este episodio, desde Universal analizan estrenos por streaming a futuro e, incluso, lanzamientos que pueden tener salida en simultáneo salas y en formato hogareño. “Tan pronto como se vuelvan a abrir los cines, esperamos lanzar películas en ambos formatos”, manifestó Shell.
Pero Universal no es la única que analiza este camino. Disney ya anticipó que la dilatada Artemis Fowl finalmente se verá en la plataforma Disney+, y Warner hará lo propio con la animada Scoob.
Ante esta situación, desde la compañía AMC, que tiene más de 11.000 salas en Estados Unidos, indicaron que una vez que vuelva la actividad realizarán un boicot contra las películas de Universal y no las estrenarán en sus salas.
Al respecto, desde la Asociación Nacional de Propietarios de Cines norteamericanos, su presidente John Fithian indicó que “Universal no tiene motivos para utilizar circunstancias inusuales en un entorno sin precedentes como trampolín para evitar verdaderos estrenos teatrales”.
Y aseguró que “en circunstancias normales los espectadores hubieran elegido ir a ver la película al cine”.