Por Rodrigo Seijas
ATENCIÓN: SPOILERS
El comienzo de la segunda mitad de la novena temporada de The walking dead pareció más preocupado por presentar los conflictos que por darles un entidad y/o desarrollo consistentes. Adaptation es un capítulo a medio camino, en parte por la lógica pura de representar un inicio, pero también porque no llega a encontrar el tono apropiado para todo lo que cuenta.
Lo más insatisfactorio estuvo por el lado de la subtrama que involucra el escape de Negan de Alexandria: no tanto por su pequeño duelo dialéctico con la niña Judith –personaje que parecer ser la típica representación cinematográfica de la infante madura e ingenua a la vez desde su idealismo-, que no deja de tener su lado simpático, sino porque la libertad que encuentra el ex líder de los Salvadores resulta ser un cúmulo de aburrimiento, un discurrir sin mucho sentido que lo lleva a elegir volver a Alexandria. Quizás sea todo un engaño, una maniobra astuta de Negan para reposicionarse, pero aun así los giros que se establecen son cuando menos inverosímiles y muestran al personaje un tanto relegado en su rol.
Algo parecido se puede decir respecto a todo lo que le pasa a Rosita, que entre su huida intempestiva de la inminente confesión de enamoramiento por parte de Eugene, su confesión a Siddiq (con quien habría tenido un romance previo) de que está embaraza y la evocación de Gabriel –su actual- arma a las apuradas un mini-relato telenovelesco. Del mismo modo, las conversaciones entre Daryl y Henry respecto a las patinadas previas del muchacho; o el intercambio del mismo Daryl con Michonne referidas a que él debe hacerse cargo del liderazgo de Hilltop dejado vacante por Jesus, porque Tara quizás no pueda sola, lucen un tanto repetitivos y de relleno.
En cambio, Adaptation logró generar más interés cuando puso más el foco en los Susurradores, villanos que todavía son en gran parte un enigma y por eso tienen cierto atractivo. Especialmente en el interrogatorio de una de sus integrantes, llamada Lydia, a la cual consiguen capturar pero brinda información entre incompleta y contradictoria. Cuántos son y qué quieren es todavía un dilema, y esa pregunta seguramente vaya respondiéndose en los capítulos siguientes, con Lydia posiblemente jugando un papel importante.
Por lo pronto, Adaptation termina con Luke y Alden cayendo en una trampa de los Susurradores, luego de haber seguido ingenuamente un rastro falso, puesto a propósito para llevarlos a un lugar sin escapatoria. Si dejamos de lado la poca solidez de esa vuelta de tuerca, es claro que el objetivo principal no solo es presentar a Alpha (la gran Samantha Morton), la líder del nuevo grupo de antagonistas, sino también sentar las bases para que vayamos viendo cómo son capaces de poner en aprietos a los protagonistas. Por ahora, el arranque no entusiasma.