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Recapitulación de Better call Saul: Slip

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

Atención: hay spoilers.

La vuelta de Better call Saul, luego del parate de una semana, fue con un capítulo que, si bien hizo avanzar las diversas subtramas, también las dejó en stand-by hacia lo que imaginamos serán los últimos dos vibrantes capítulos de la temporada. En Slip pasaron cosas muy interesantes, personajes como Chuck dieron varios pasos adelante con su situación personal, otros parecen hundirse como el mismísimo Jimmy McGill, y especialmente Nacho nos regaló un gran momento de tensión y suspenso en su intento por terminar con el viejo Héctor Salamanca.

Precisamente ese fue el gran momento narrativo de este capítulo, que vio en la dirección el regreso de Adam Bernstein, director de dos grandes episodios centrados en la figura de Mike como Five-O y Gloves off, y también de algunos muy buenos de Breaking bad. Como sabemos, Nacho quiere reemplazar las píldoras que toma Salamanca por otras, inocuas, que no lo afecten pero sí que sean inútiles para los fines que el viejo narco las usa. Y lo que vimos fue, en la mejor senda obsesivo profesional de Mike, a Nacho preparando las píldoras y ensayando la forma en que se la iba a cambiar. El gran momento fue, claro, ese preciso instante en que intercambió las pastillas en el frasco, y que hizo acordar (al menos me llevó a mí hacia aquel momento) a la escena de El padrino donde Michael Corleone preparaba su atentado en un restaurante, escondiendo el arma en el baño, contra aquellos que impedían los negocios de su familia. Esta acción mostró las virtudes narrativas de la serie, cómo se genera tensión a partir del aprovechamiento del espacio y de los silencios que se cortan con cuchillo. Y, obvio, a partir de la soberbia actuación de Michael Mando quien trasladó su nerviosismo, esas manos temblorosas, al mismísimo espectador. Fue uno de esos momentos en que queremos que todo termina ya, que no lo soportamos.

Pero como es norma en la serie creada por Vince Gilligan, las consecuencias no las sabremos hasta los próximos capítulos. ¿Será entonces eso lo que deje en silla de ruedas a Héctor Salamanca, tal cual lo vimos en Breaking bad? Vaya uno a saber… lo real es que el capítulo cerró con un apretón de manos muy simbólico entre Mike y Gus, que muestra el comienzo de una sociedad que dará enormes frutos. Para llegar hasta ahí vimos cómo Chuck entra en conciencia y busca modificar su vida (y su cabeza), cómo Kim sigue enfrascada en los dilemas morales que le genera el vínculo con Jimmy, y también al propio Jimmy que se siente cada vez más Saul mientras junta basura y porquerías varias en ese despreciable trabajo comunitario que le han instado a llevar adelante.

Podríamos decir que Slip es un capítulo de transición, aunque en verdad pasaron varias cosas. Quedan dos y el próximo se llama Fall. ¿Será la caída definitiva?

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